anatomía; heehoon

16.- Dejarse llevar...

— Mas Rápido, Park — Gritó Yuna desde abajo.

El pelinegro frunció el ceño agarrándose de la escalera de metal que estaba en sus pies. Volvió a levantarse y colocó el último adorno de flores en la gran cafetería de la universidad. Satisfecho con su trabajo, bajó con lentitud mirando a su alrededor. Desde que había compartido esa conversación en su departamento, se sentía más cómodo con la chica, incluso cuando eso significaba que había un Crush no correspondido entre los dos, o eso quería pensar ya que no le había quedado muy claro, debido a que en la manera en que ella había narrado los hechos, se podía interpretar de muchas maneras.

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— No sé si deba contarte esto, pero la verdad es que creo que deberías saberlo, solo espero que no cambie nada entre nosotros. — Yuna parecía algo triste, pero su voz pasiva indicaba que sea lo que fuera, debían mantenerse calmados, sin hacer algún alboroto. — Ryujin y Yo siempre habíamos sido las mejores amigas desde que estábamos en instituto, como tú y Heeseung. — Sonrió triste — Yo siempre fui una chica tímida, vergonzosa, que le costaba socializar, pero Ryujin....ella era simplemente despampanante, su actitud era tan extravagante y extrovertida, desde el primer día quiso hablar conmigo, siempre me molestaba con bromas blancas, me trataba de hacer reír y bueno, como yo no era buena haciendo amigos, pasó muy poco tiempo para que ambas congeniáramos.

— Pero cuando te conocí, me dijiste que estabas sola.

— Cuando llegamos a la universidad, todo cambió. Ella comenzó a verse con más gente y la verdad es que se volvió alguien demasiado adicta al alcohol, estar en abstinencia para ella era como vivir el infierno mismo. Siempre le preguntaba por qué comenzó con esas manias¹ tan extrañas, pero ella nunca quiso decirme, siempre se excusaba diciendo que era cosas de su vida y que quería que yo me preocupara, que ya se le iba a pasar. — suspiró — Pero todo estalló cuando le dije que me gustabas.

Sunghoon se hizo el sorprendido, puesto que siempre había sabido, pero no podía decirle a la chica que ya sabía. Sería humillante.

— Apenas te vi llegar ese día en la cafetería, me llamaste la atención. Eras diferente. Recuerdo que ese día tu cabello te caía por la frente en pequeños rizos, solías ser un poco más bajito y tu mandíbula comenzaba a notarse de a poco. Me pareciste tan angelical, sobre todo cuando te veía hablar con Heeseung, solías ser tan protector que desee tener algo así algún día. — Un brillo apareció en sus ojos, sus manos temblaron en forma de nerviosismo, desvió la mirada de Sunghoon y la dejo en algún lugar de la sala. Mientras que sus mejillas se colorearon como una bonita manzana. — Cuando le dije a Ryujin sobre el pequeño crush ¹ que había desarrollado en ti por 2 años la verdad es que se puso extraña, se trató de distanciar de mi — Volvió su vista hasta el pelinegro. — Este año, cuando le pregunté que le sucedía, me gritó diciendo que tú nunca me pescarías, que nunca te fijarías en mí. Que nosotros dos no éramos adecuados juntos y se fue — Apretó su puño — Después de esa pelea, no me habló más hasta a mediados de abril, me dijo que ella estaba enamorada de mí y que no podía seguir siendo mi amiga, le haría mucho daño, así que decidió cortar cualquier tipo de relación, incluso cuando yo le había dicho que no estaba segura de mis sentimientos, puesto que, en su ausencia, me había dado cuenta de muchas cosas. Desde ese entonces, no me dirige la palabra y me he quedado sola...hasta que llegaste tú...

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— Creo que va ser fantástico, realmente estoy emocionada. — Yuna sonrió recogiendo las cosas que habían quedado sobrando de las decoraciones. Les dio un vistazo rápido y luego volvió hacia Sunghoon mirándolo con una cálida vista. El pelinegro se llevó una mano en el pecho, recibiendo la cálida sensación de su sonrisa. — Solo espero que no me dejes plantada, no te lo perdonaría nunca.