Hera Y Sirius

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Sirius Black se encontraba sollozando en su cama de quinto año. A días de terminar su ante-penúltimo año de Howarts.

Esa misma mañana, recibió una carta de sus padres diciéndole que le habían encontrado una esposa, el único detalle que le dieron de la chica misteriosa era que no era sangre pura y que era de una familia muy poderosa y adinerada.

No es que el no quisiera casarse, pero el estaba perdidamente enamorado de Heraina Olimpo.

Hera entró por la puerta de la habitación. Pues en cuanto llegaron a Howarts, en las habitaciones de las chicas de Gryffindor se descubrió una plaga de cucarachas, ratas salvajes, lombrices y serpientes, por lo que se tuvieron que trasladar a las habitaciones de los chicos de sus edades. No dormían en las mismas camas, pero si en los mismos cuartos.

La pelinegra, al encontrar al Gryffindor tirado en su cama, fue directa hacia el y se sentó en el borde de esta.

- Sirius ¿que te pasa?

-Mis... Mis... Padres, me mandaron una carta diciéndome que me habían buscado esposa

- Ah bueno, mis padres me buscan marido desde que tenía diez años y luego nunca perduran

- Esto no es lo mismo, mis padres nunca me buscaron esposa y cuando se les mete algo en la cabeza no hay Merlyn que se la saque

Hera se hecho en la cama y Sirius apollo su cabeza en el pecho de la Gryffindor.

- Todo va a estar bien ¿vale? Seguro que tu esposa será guapísima y una gran persona

A la pelinegra le dolía el corazón mientras le decía estas cosas a Sirius, pues ella llevaba enamorada de él desde que lo vio en el anden 9¾.

- Descansa, dormir te sentará bien

- Me duelen los ojos cuando los cierro -Sirius se sonrojo cuando dijo eso, le daba vergüenza admitir delante de la chica que le gustaba que lloraba por esa tontería-

- No te avergüences, llorar es normal, incluso si eres un "Macho inglés de pecho peludo"

- Oh, muy graciosa

- Lo digo enserio, intenta cerrar los ojos, por lo menos los descansas... Te... cantaré una canción

- ¿Tu cantas?

- Te cantaré la que me cantaba mi madre cuando era bebe, con algún cambio

El oji-gris obedeció a la pelinegra y se acomodo para después cerrar los ojos.

- Duermete principe, duérmete ya, que estando yo nadie te dañará, te prometo dar todo mi amor, nadie me importa tanto como tu lo haces, así que entre mis brazos duérmete, que yo te cuidaré

Cuando Hera terminó de cantar, Sirius cayó en un profundo sueño. La voz de la futura reina era tan relajante, transmitía paz. Sin mencionar que Sirius se embriago con su olor característico a ciclamen, le tranquilizaba.

La heredera de los Olimpo también se durmió, concentrada en el olor masculino de su acompañante.

Cuando Hera entre-abrió los ojos, aparte de ver una maraña de pelo negro en sus ojos, observa como dos lechuzas tocaban la ventana.
Ella, quito a Sirius con delicadeza de su pecho y fue a abrir a las aves.

Le dio un bloque de azúcar a cada lechuza y estas salieron a través de la ventana de la habitación.

- Sirius, despierta, es una carta de tus padres

El joven Black se despertó ajitado y abrió la carta que le indicó Hera.

- "Querido Sirius,

   Te queríamos comunicar que la     
   chica con la que te vas a casar va
   a Howarts contigo y es
   la futura reina del mundo,
   Heraina Jennifer Olimpo Titanide.

  Un saludo, mama y papa"

-  "Querida hija,

    Te hemos encontrado un esposo
    definitivo, te vas a casar con uno
    de tus compañeros de Howarts,
    Sirius Orion Black Black, un
    mago sangre pura, que no sabemos
    lo que es pero suena muy bien.
  
    Te quieren, mama y papá"

- ¿Nos vamos a casar? -Pregunto Sirius-

- Por lo visto si

- Vas a ser mi mujer...

- Y tu mi marido

-Vas a ser la señora de Black...

- Y tu el futuro rey...

- Wow -Soltaron ambos al uniso-

- Hera

- ¿Si?

- ¿Tu te quieres casar... Conmigo?

- No lo sé ¿tu conmigo?

- Tampoco lo sé

- Habrá que ir aceptandolo... Supongo

- Si... Tienes razón

Ambos se sentaron en la cama y se sumaron en un absoluto silencio que fue interrumpido por los merodeadores y las chicas entrando por la puerta entre risas.

- ¿Y esas caras? ¿Que os pasa? -Les pregunto Lily Evans-

- Nos vamos a casar -Murmuró de una forma casi inaudible la pelinegra-

- No hagáis bromas y decirnos que os paso -Les dijo James Potter-

- No es broma Cornamenta, nos acaban de llegar las cartas

Los chicos fueron a leer las cartas y se les formó una mueca de horror a todos, menos a James Potter, que se empezo a reír.

- Esto es buenísimo, Sirius Black, un espíritu libre y Hera Olimpo, la diosa del matrimonio, es que me meo vamos

- ¡James! -Le grito Remus-

- Oh, vamos Monny, es buenisimo

- No tiene gracia Potter, esto es matrimonio infatil

- No es matrimonio infantil Lils, van esperar a que cumplamos diecisiete, digo yo -Dijo Hera-

- Bueno, vamos a tranquilizarnos todos y vamos a la cama ya, que ya es muy tarde -Habló ahora la futura señora de Lohombotton-

- Alice tiene razón, vamos a dormir -Le apoyo su novio, Frank Lohombotton-

Los compeñeros de habitación se fueron a sus camas.

Lily con Hera, Marlene con Dorcas, Alice con Frank, Sirius con James y Remus con Peter. Paso el tiempo y todos se quedaron durmiendo. Pero dos de ellos estaban pensando en lo que les venía encima.

Y a esta autora le parece que tendrían que descansar, por que lo que les va a pasar hasta que se casen y tengan a sus tres hijos a los cuarenta, que por la inmortalidad que les concederá Hera a todos no se notará, pero, siendo sincera con lo que se les avecina, necesitan un buen descanso, porque ese día empezó su historia de amor.

One Shots de Harry Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora