Había elegido uno de sus trajes color azul, el último cómodo que le quedaba, con la ayuda de su sirvienta se arregló para estar presentable ese día, aunque su cuerpo estaba casado. Había dado vueltas casi toda la noche, pensando en ese coronel, y lo molesto que pidieron llegar a ser sus palabras para con el hombre, y la única solución a la que había llegado era disculparse y con eso en mente recién pudo dormir las horas restantes.
Esa mañana mando por la cocinera de la posada, a la cual pidió que alistase pastel de manzana y bizcochos en su canastilla, y alcanzándole algunas monedas demás en agradeciendo.
A esas horas ya todo estaba listo para partir, Baekhyun, que siempre tenía un libro reposando en sus piernas, ahora tenía la canastilla en su lugar, estaba nervioso y cada cuanto miraba el interior de esta, lo había visto, había visto a Chanyeol esta mañana dando órdenes como la primera vez, tenía el pelo bien peinado, su uniforme se veía impecable, pero con la inconfundible chaqueta y los primero botones de su camisa abiertas, Baekhyun sonrió genuinamente sin darse cuenta.
El silencio reino a lo largo del viaje y Baekhyun se sentía algo incómodo, era consciente de la presencia de la joven sirvienta, antes estaba perdido en sus libros y no le importaba hacer nada más que leer, pero ahora le costaba concentrarse.
— ¿Quieres uno? —. Ofreció tendiéndole un bizcocho, era lo único que podía compartir, ya que el pastel de manzana era reservado únicamente para Chanyeol.
— Gracias, señorito Byun —. Algo cohibida recibió el bizcocho y dio un mordisco. — ¡Está delicioso! —. Exclamó y Baekhyun le sonrió, parecía tan joven.
— ¿Cuántos años tienes? —. Pregunto mientras también cogió un bizcocho, la muchacha lo miro sorprendido mientras retiraba unas migajas de sus labios.
— Diecinueve, señorito Byun —. El nombrado se sorprendió, apenas era unos años menor que él, pero aparentaba ser más joven.
A eso le siguió una plática amena, la muchacha hablaba y contaba los lugares a los que había ido, de sus tardes con su abuela y de algún otro muchacho lindo a los que había conocido. Baekhyun envidio un poco su vida. El solo conocía esos mundos maravillosos gracias a sus libros.
El tiempo había volado, y Baekhyun miraba por la ventana, su vista se clavó en cierto coronel que cabalgaba a paso lento a una distancia del carruaje. Aprecio su perfil, ahora le parecía diferente, Baekhyun lo encontraba atractivo a la vista. Su amplia espalda y ese toque gallardo que desprendía. Se concentró de lleno en Chanyeol y sin darse cuenta que de sus labios escapo sus pensamientos. — Es atractivo —.
— ¿Le gusta? —. Aquella pregunta de la muchacha lo desconcertó.
— ¿¡Eh!? —. Consiguió responder, aunque se sentía como un niño descubierto en una travesura.
— El coronel Chanyeol —. Aclaró Jihyo, Baekhyun iba a negar fervientemente cuando se vio interrumpido. — Es guapo, he oído de él en algunos lugares, dicen que es valiente y muy buena persona —. La muchacha hablaba entusiasmada. — Nadie sabe su pasado, de donde es o siquiera no se conoce de su familia, y además él mismo se ocupa en esconderlo —. Rebelo y aunque Baekhyun estaba interesado por la información se mostró indiferente.
— No me interesa su vida —. Mintió, pero la muchacha continúo hablando.
— Dicen que no hay joven o doncella que se le resista a sus encantos, se sabe que ha mancillado a jóvenes de sociedad —. La voz que era cantarina cambio a una de pesar cuando continuo. — Lastima que no desee casarse. — Aquello tomo por sorpresa a Baekhyun y mucho más al recordar lo que le dijo el teniente Kim de que su coronel venía a formar una familia.
ESTÁS LEYENDO
Si usted me amara (𝑪𝒉𝒂𝒏𝒃𝒂𝒆𝒌)
FanficLondres, 1858 Baekhyun por primera vez se había enamorado estrepitosamente de lo imposible. No solo de un hombre quien odiaba a la clase social a la pertenecía, esa clases donde los lujos, la doble moral y los falsos puritanos abundaban, sino tambié...