OUR BABY NI-KI ── HEEJAKE

#001

2020.
Seúl, Corea del Sur.

La vida de Ni-ki era una completa mierda.

Desearía decir que es sarcasmo... pero no, no lo es.

Cualquiera pensaría que estaba sobreactuando. Cualquiera pensaría que su vida ni siquiera se acercaba a ser TAN mala cómo él decía. Cualquiera pensaría "¿Cuál es el problema siendo el hijo de Lee Heeseung?"

Pues Ni-ki puede enumerarte todas sus razones si el quisiera, y lo más increíble es que aún así le sobrarían muchas otras más. Empezando con la desagradable razón de que su padre parecía ser aún un hijo de mami. Ellos seguían viviendo en la casa dónde él creció y se crió, consiguiendo así que Ni-ki tenga que vivir con la bruja de su abuela.

Esa señora se había ganado el odio de Ni-ki desde que tenía memoria. No solo critica absolutamente todo lo que hace, también se mete mucho en su vida y no lo deja en paz en ningún momento. Siempre quiere saber con quienes va a salir, cuántas calorías ha consumido en el día, qué clase de música escucha, a qué hora se duerme, cuánto dinero ha gastado y sobre todo: a qué edad piensa madurar.

Decir que su abuela es un grano en el trasero le queda muy corto y es una completa falta de respeto hacia los granos en el trasero.

Esa siempre será la razón #1 por la cual odia vivir en esa horrible mansión de mierda (como le gusta llamarle) pero tampoco soporta otros factores cómo el de que su padre y su abuela viven entrenándolo a diario para ser el heredero de la más grande empresa distribuidora de alcohol que ellos quieren que sea.

Esa siempre será la razón #1 por la cual odia vivir en esa horrible mansión de mierda —como le gusta llamarle— pero tampoco soporta otros factores cómo el de que su padre y su abuela viven entrenándolo para ser el heredero de la más grande empresa distribuidora de alcohol que al parecer todos quieren que sea.

Cada día pensaba en una forma de escaparse de su casa sin que sus parientes o empleados se den cuenta y el pueda vivir su vida al máximo sobre su patineta mientras escucha a sus artistas favoritos de KHH. El sueño de un simple adolescente de 15 años.

Claro que aún no tenía la valentía suficiente para hacer eso. Tenía miedo de que una vez lo haga su padre envíe un helicóptero en su búsqueda y luego tenga que vivir encerrado en casa recibiendo clases virtuales y en lugar de tener sus preciados airpods tendría que aprender a tocar el violín o jugar ajedrez. Típicas actividades de los ricos.

No, no y no.

Hasta ahora la historia de Ni-ki no parece nada más que la simple historia de un niño rico malcriado y berrinchudo en plena pubertad. Pero la siguiente razón por la que Ni-ki odia su vida es una que nadie podría soportar.

La esposa de su padre.

Si bien ella tiene la cara de un ángel, y es tan preciosa como toda actriz de k-dramas, ella es el claro ejemplo de que las apariencias engañan.