Capítulo 5.- Olvida (Parte Dos)
Pov ___:
Con pasión y deseo tomó mi cuerpo, arrebatándome la ropa, lo más divertido fue ver su reacción al ver que no tenía puesto brasier alguno por lo que había dejado chupetones a un lado de mis senos para luego seguir besando con suavidad mientras jugueteaba con su lengua las puntas de ellas.
Algunos gemidos provenían de mí, al sentirme en confianza, le jale su playera para así dejar su torso desnudo, entre caricias, bajo más y más hasta llegar a mis piernas y feminidad con la que paró un momento para ayudarme con esa parte y deshacernos de la estorbosa ropa.
Solo él se mantenía en boxer, mientras que yo me mostraba como Dios me había traído al mundo, con perversión me miró. Una sonrisa ladeada dió origen a una explosión de placer pues sin ningún aviso tomó mi cadera levantandandola apegando su rostro a mi parte íntima para juguetear con ella.
Suavemente tomé su cabeza, jalando de su cabello no tan bruscamente mientras alzaba y bajaba la cadera con intención de que no parará pero deseosa lo empujé, ahora siendo él, el sometido, rozando nuestras partes, besé sus labios hasta su cuello y manzana en lo que el acariciaba mis piernas y trasero.
Justo ahora yo era quien dominaba y así como aquel me había dejado algunas marcas, hice lo mismo en sus costillas.
Quejidos y gruñidos provenientes del pequeño pervertido solicitaban con urgencia algo más que besos en su torso, por lo que había optado a bajar, con cuidado dijimos adiós a la última tela y en movimientos rápidos tomé su miembro en mis manos, para después colocarlo en mi boca y juguetear con él.
Ahora lujurioso se aparto jalando mi cuerpo hasta la orilla de la cama, colocándome en cuatro.
Humedecio sus dedos y los metió en mi feminidad dando movimientos circulares, en lo que con la otra buscaba con desesperación algo en un cajón, cuando fue capaz de encontrarlo, apartó sus dedos, siendo ahora invadidos por el sonido de un pequeño sobre abrirse, supuse de inmediato que era el preservativo pero las respuestas eran obvias al sentir las embestidas que apegaba su cuerpo con el mío.
Complacidos por aquel éxtasis, se detuvo a descansar un poco apartando su húmedo cabello que comenzaba a gotear de tanto sudor, a causa de esto fuí yo quien volvía a subir en él, saltando encima suyo, observando sus gestos y admirando sus palabras que muy apenas y podía decir pero se me fue incómodo al tener el talón lastimado, así que solo acomode mis piernas al lado suyo para dar movimientos de adelante y hacia atrás.
Nuestras manos recorrían cada parte sin ningún limitación, subían y bajaban. Luego deje reposar mi pecho con el suyo ocasionando que reaccionara.
Doblando sus piernas había tomado mi trasero para volver a continuar a darme sin parar acompañados de jadeos y besos con mucha saliva.
Tomamos un respiro sin embargo este no había durado mucho al sentirme sometida a la pared, exclamando expresiones de parte mía de lo tan bien que él lo hacía, dejándome correr a causa de sus exitantes movimientos.
Al oír que ya estaba por venirse, lo aparte arrebatándole el condón y así tragarme todo lo que salía de él.
Agotados, nos recostamos cubriéndonos con las sábanas, la respiración volvía a su normalidad y con una sonrisa nos dimos una última mirada para luego caer en un profundo sueño.
[...]
El fuerte golpe de la luz solar me había despertado, por eso miré de un lado a otro hasta dar con la espalda ancha de Jungwon.
Con la cara roja me cubri entre las cobijas, pues había caído en cuenta que no fue un sueño ni una ilusión, todo era tan real que mi cuerpo dolía tanto que tenía miedo de que mis piernas temblarán al levantarme.
