Remember me || Bajifuyu

Déjame morir

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La muerte es dulce, pero su antesala es cruel.

Camilo José Cela
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"...En las noches en las que no quería dormir
porque estaba inseguro de quedarme solo, tu y yo seguíamos hablando..."

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Baji-san, ¿Recuerdas esa vez que nos dejamos de hablar?, ese día se sintió como una eternidad pero tú, no aguantaste las ganas de verme otra vez.
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Me siento adolorido, como si hubiera recibido una gran paliza o hubiera hecho ejercicio después de mucho tiempo.

Luego del suceso de ayer, no tengo ganas de salir de mi cama, no quiero ver a nadie.

Takemichi me dejó muchos mensajes, debe estar preocupado porque no soy de faltar a clases. Pero no le contesto. Ni para eso tengo fuerzas, sólo quiero desaparecer o cambiar una parte de mi vida. Tal vez, si tuviera más dinero, irme lejos de aquí y empezar desde cero, donde nadie me conoce.

Sólo falta un mes y se acaba esta tortura llamada universidad, tengo que ir, no puedo fallarle a mi familia; pero mis ganas de estudiar se fueron de vacaciones con pasaje de ida y sin regreso.

De algún modo intento hacer el mayor esfuerzo posible por levantarme, fallo; siento que mi mente se quedó en el pasado, recordando una y otra vez como una película malograda que sólo repite una escena, esa escena donde me jodieron la vida.

Lo odio, odio a esa persona, porque yo sólo era un niño y se aprovechó de la confianza de mi madre, odio el día en que ella decidió tomar dos trabajos y me dejó a cargo de él, odio mi vida.

Vuelven a salir las lágrimas amontonándose y recorriendo mi rostro, ya olvidé cuantas veces me puse llorar cada vez que recuerdo eso. Me duele el corazón, no creo que esto tenga reparación.

¿Quién se fijaría en alguien así de roto, así de sucio y manchado?, nadie, ni si quiera yo me elegiría.

Recuerdo que cuando le conté a mi madre lo que pasó, y que ya no quería quedarme con él... ella no me creyó, eso me dolió, me dolió demasiado que ella le creyera a él y no a su hijo.

Al final el karma se encargó de todos sus crímenes y terminó muerto a manos de sicarios, debe haber estado metido en algún comercio ilícito, tal vez. Pero eso no repara lo que me hizo.

Mi madre me pidió perdón, por no creerme en ese entonces, pero... el daño ya está hecho, no hay manera de regresar en el tiempo y mejorar las situaciones mas escabrosas y terroríficas que sucedieron en nuestra vida y arreglarlo de alguna forma, ya no hay solución... no ya no.

Tengo que ir a trabajar, pero no puedo, no tengo ganas. Hoy no. Hoy dejo que la sombra de la soledad y la tristeza me envuelvan en sus brazos y me asfixien hasta matarme, hasta romperme en mil pedazos, hasta llevarse todo de mi y dejarme siendo nada en este mundo.

Me toco las costillas y las caderas, estoy más delgado, ya hasta se notan los huesos, pero no tengo hambre. Hoy no.

Cuando antes disfrutaba las comidas junto a mi madre o amigos, ahora lo único que me sabe es a estiércol. Es como si ya nada tuviera sentido, no tiene sentido seguir comiendo, no tiene sentido seguir respirando, no tiene sentido seguir aquí... intentando sobrevivir.

Suena un timbre, parecen desesperados tocando... no, hoy no.... no estoy... Chifuyu no está hoy. Empieza a sonar mi celular... es Takemichi, pero no quiero verlo, no quiero hablar con nadie, déjame morir hoy por favor, regresa mañana, mañana Chifuyu estará de regreso, como nuevo, como si nada hubiera pasado.