Memoria y un mensaje

Capítulo 14: Cosas planeadas, perdidas y esperadas

... Arwintar... Últimos días de la guerra por el Nuevo Mundo...

Jircniv se sentó en su cámara del consejo con los otros sacerdotes que gobernaban sobre asuntos religiosos alrededor del Imperio. La luz brillaba a través de la claraboya de la torre, pero eso no era nada comparado con la luz en las muchas caras de quienes ocupaban la habitación.

Jircniv leyó el informe en voz alta y con absoluta confianza, incluso alegría. "... Y así, las bajas han sido casi inexistentes, mientras que unas pocas se han perdido, la insurrección en todo el norte de la teocracia de Slane ha sido completa y completamente suprimida. La adoración del Rey Hechicero ha reemplazado casi por completo a los Seis, ya que las recompensas del Rey se vierten en aquellas unidades que han funcionado bien. Ningún 'sacerdote opositor' atiende a las unidades del Imperio por más tiempo, ya que el último de ellos cayó 'en batalla'".

Dejó el documento: "Así que eso se encarga de eso. El Imperio cosechará aún más beneficios, cuando seamos los más leales a Su Majestad, y votemos abrumadoramente a favor de su deificación en el Sínodo. Gracias caballeros, por todo su apoyo en este momento difícil".

"Con mucho gusto dado." El Sumo Sacerdote Sudon comentó, hablando en nombre del grupo. "Mi Emperador, como he dicho desde mi juventud, los únicos dioses que vale la pena adorar son aquellos que protegen a la humanidad, y como hemos visto indiscutiblemente, este lo hace mejor que todos los demás del pasado".

Hubo guiños silenciosos de asentimiento alrededor de la mesa que revelaron su acuerdo general con el sentimiento. Jircniv no estaba a punto de discutirlo, el recuerdo vino a la mente de las manzanas de Idun que quitaron años de las edades de los viejos sacerdotes, ofreciendo vigor que casi habían olvidado que habían tenido en primer lugar.

"En otro asunto", dijo Jircniv, cambiando rápidamente de rumbo, "¿cómo están los preparativos para el nuevo templo?"

"Van bien". Sudon respondió: "Se adquirió el terreno y se sentaron las bases, con mano de obra no muerta y supervisores rotativos que administran la tarea, tendremos el templo más grande al Rey Hechicero en su imperio".

Jircniv dobló una mano sobre su torso y sostuvo su costado, inclinó la cabeza hacia abajo y apoyó el codo de su otro brazo en el que había doblado sobre sí mismo, y dejó que sus dedos frotaran su barbilla en un pensamiento profundo. "Eso seguirá siendo cierto por ahora, pero ... también estamos entre los primeros. Superar el de Hoburns será fácil, y no necesitan expandirse, son los primeros, su nombre ya está grabado en la historia y será un lugar de peregrinación para siempre como la casa de culto fundada por la primera Papa. Otros construirán en el Reino Dracónico, en el Reino Beastman, en Re-Estize y el Reino Santo, sin mencionar el Reino Elfo, las Colinas Abelion, el Reino Elfo Oscuro, el Imperio Understone, el Reino Enano, en todas partes. Debemos anticipar que intentarán superarnos".

"¿Señor?" Sudon preguntó cuando comenzó a ver los ojos del Emperador parpadear rápidamente cuando entró en un reino de pensamiento, resolviendo los problemas a medida que los veía.

"Está bien, compre silenciosamente la otra tierra alrededor de donde se está construyendo el templo, pero no construya sobre ella 'todavía'. Además", se dirigió a su ministro de finanzas, "se encarga de que compremos la tierra alrededor de todos los otros sitios de templos planificados, y lo hagamos bajo organizaciones o individuos ficticios asumidos. Una vez que hayan construido lo que 'superará' el templo aquí, y hayan terminado ... luego expandimos los nuestros y los superamos de nuevo. Si tratan de igualarnos, para entonces entregaremos la propiedad de esa tierra a nuestro propio templo aquí y usaremos la propiedad allí para construir instalaciones del templo para contribuir a esas comunidades locales, e incluso ayudar con la emigración a Baharuth. Por lo tanto, conservaremos el templo más grande del Imperio durante muchas generaciones".