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Si bien mis planes de hace cuatro meses atrás, la de viajar y tener absoluta distracción, no son suficientes, últimamente mi puesto requeriría estar todo el tiempo pendiente de mi jefe, quién esta arruinando mi salud mental, apenas había retomado de mis vacaciones y tuvo un sinfín de deslices por toda la oficina, resultaba, que cada chica que se le cruzaba, era una conquista, una nueva, media o vieja de ella, todo, por simplemente saber si las chicas funcionarían como buenas trabajadoras, pero el menso, solo las hacia creer aquello y terminaba cada fin de semana con una nueva imagen en la portada de cada revista popular.

Cada nueva conquista suya, era un dolor de cabeza mio, debía hacer sus citas, acompañar a las chicas... A veces ni sabía que era, su niñera o solo un simple secretario, había intentado muchas veces renunciar a dicho puesto, pero el sabía como persuadir a las personas, el simple hecho de tener notas altas en contabilidad y en estadística, logró posicionar a la empresa en el número uno de los rankings, cuyos números solo me sirvieron como aumento de sueldo y seguir siendo el secretario del Presidente.

Me deja sin tiempo y a la vez con los bolsillos llenos, si el dinero comprase el tiempo, ahora mismo la mayoría podría disfrutar lo que quisiese con ello, pero mi jefe me quiere ver trabajando.
Lo único que hacía era mantenerme a su lado de una forma seria, aburrida y absurda.

— imbécil... —gruñi entre dientes mientras fotocopiaba varias encuestas para el siguiente mes, el lanzamiento de un nuevo producto.

— ¡otra vez quejándose Tomlinson...! —acaso no tiene vida propia.

— déjame decirte John que tu no sufres en absoluto... —voltee a mirarlo.

El pelirrojo del sector nueve, un egoísta, atractivo y a la vez un pesado, no hace nada en todo el día, se pasa lamentándose del porque no puede besar los pies del superior como lo hago yo, envidia mi puesto y últimamente se la pasa siguiendome a dónde voy.

— eres el único, único empleado, que gana mas que los demás y se pasa quejándose de su patrón... Llevas cuatro años aquí, no solo puedes seguir así... —en este momento es cuándo lo dejó hablar solo.

El simple hecho de que él si tiene novia, ganas menos, quiere casarse y ser feliz, esta bien, no le quito el derecho, pero yo, yo no soy él... O normal.

Bien, luego de esa charla constructiva, ahora podré ir a entregar los documentos a Malik, mi Jefe, debo antes pasar a firmarlos con las de contabilidad que son unas bien cabezas huecas, por suerte solo lo firman y ya, el cerebrito soy yo.

Al menos no puedo quejarme tanto, ya habra forma de pedir vacaciones al jefe, mientras tanto, solo puedo asumir mis responsabilidades.

Bien, voy camino a la oficina de Malik, a veces tiemblo cuando me dirijo a su zona, el olor frío invade por el aire acondicionado, la zona era tapizado de color gris opaco, las paredes finas de mostaza oscuro, su oficina se encontraba al fondo de todo el piso, así podría decirlo, el silencio que puede haber asusta, dicen que soy el único que puede entrar junto a él, al igual que sus chicas.

El aura era bastante frío, aterrador y las fosas nasales se congelan, puede haber algo mas complicado que eso, no a mi parecer, pero Malik tenia un carácter pacifista, de vez en cuando es amable, pero de esa forma también podría ser tan cruel.

Mientras estaba por llegar a su zona, trague saliva, algo me decía que el silencio de hoy, convertiría mis pesadillas en realidad, podría confirmarlo o no, pero abriendo el porche de su puerta, que era blindada, que de la misma forma  no podrías verlo del otro lado, oi los gritos de una chica.

— mmm Malik, es asi como me gustas... —¿que?

Estaba a puertas medias y podría verlo todo, estaba participando de un momento erotico de su parte, ambas personas semidesnudas, en su escritorio, la chica pedía ayuda, suplicaba por más, anhelaba por más... Pero estaba complacida, el placer, de esto se trataba, mientras solo me enfoque en la chica quién estaba amarrada de los brazos, en una posición de cuatro, mi jefe me había observado, con una sonrisa macabra, mi alma estaba por salirse, yo quién llegaba unos minutos, ya observando la escena, él quien solo podía mostrarme sus dientes blancos, los ojos semicerrados, acompañado de una sonrisa que era de asustar, solo pude retroseder.

Pegar vuelta e irme del lugar, pero sabía, que no terminaría así, el me observó, el vio que lo había estado viendo, sabía que me molestaría, sabía que podría despedirme por interrumpir ese momento suyo, pero había algo en su rostro, algo que me permitía saber que le gustaba ser visto.



Bien, la primera parte está lista, espero que lo disfruten, por favor, denle apoyo, comenten si les esta gustando, espero que todos esten bien, perdonen la tardanza💕💛💙gracias a los votos y los lectores💛💙✨

𝓩𝓪𝓯𝓲𝓻𝓸 - 𝓩𝓸𝓾𝓲𝓼 𝓜𝓪𝓵𝓲𝓴𝓼𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora