~3~

207 9 1
                                    

Un día nublado, común y corriente, en este día dónde debía haber salido temprano, pero el jefe necesitaba unos papeles de contabilidad... Dónde se suponía que las chicas debían terminarlo, pero como están ocupadas dando atención privada al patrón, debo hacerlo todo yo.

A estas alturas, la oficina completa esta a oscuras, la única luz prendida son mi computador y la oficina del jefe, el cuál esta cerrada, silencio absoluto, es como podría decirle.

Mientras las horas pasaban largas, no podía esperar el momento perfecto para salir corriendo e ir a dormir las restantes, porque de todas formas no me darían el día libre, mientras la camisa me sudaba, los nervios empezaban a hacerse presentes, en un intento forzado de aguantar el hambre, es como se supone que permanecería hasta un tiempo indefinido.

El tipo que no se queja, eso debo ser en adelante, aceptar cualquier tipo de trabajo, mientras estar sobreexpuesto a exceso de cansancio, o mas bien... Falta de sueño completo.

Pensar en aquellos tiempos que por una ruptura amorosa, terminaba delgado, con asiedad y depresión, mas ahora podía sentirme asi, solo con simplemente ser el único asistente despierto enfrente del computador.

El día estaba completamente nublado, dando un aspecto de tristeza absoluta con un toque de humedad, los chubascos no habían parado desde la mañana y ahora que el reloj marcaba las 00:00 de la noche el clima seguía igual.

Para esas alturas el edificio estaba casi vacío, la oficina del castaño estaba solo iluminada con la pequeña lámpara que tenía en el escritorio, así como también gracias a la luz del computador.

Sus ojos mostraban el cansancio acumulado pero lo que más expresaba su rostro era un ceño fruncido, estaba molesto porque él estaba haciendo él informe de contabilidad, trabajo que no le correspondía en lo absoluto, más bien era trabajo de la rubia teñida que tenía horas follando en la oficina con el jefe.

Un gruñido de irritación brotó de sus labios, mallugados por el constante mordisqueo en ellos en un intento de contenerse y no ir a tirarle los papeles al jefe justo en el rostro.

Cuando el reloj marcó la una de la mañana el castaño ya no pudo más, sus ojos pesaban de sobremanera y su intestinos parecían que se comerían entre sí ante la inmensa hambre que tenía, la camisa le sudaba y los nervios empezaron a hacerse presentes, en un intento forzado de aguantar el hambre se levantó de aquella incómoda silla y con pasos firmes se dirigió a la salida de su oficina con los papeles en mano, caminó por un pequeño pasillo y al llegar a la oficina del jefe, abrió está sin tocar pues estaba casi seguro que el mayor ya no estaba, y dice "casi" pues se llevó una gran sorpresa cuando al fijar su mirada hacia al frente pudo ver a la misma rubia mal teñida apoyada en el escritorio y con el trasero levantado siendo follada brutalmente por su jefe, mismo que tiraba de las extensiones de la chica y estrujaba cruelmente uno de sus senos, mientras le recordaba lo zorra que era y lo bien que se sentía estar jodiendo su culito, aquello impactó más al castaño, pues no esperaba escuchar eso y mucho menos ver como la chica lo disfrutaba, gritando, jadeante y con gemidos sonoros, casi siendo exagerados.

Y era obvio que el ojiazul no iba a escucharles cuando la lluvia parecía taladrar sus oídos pues incluso más que antes caía con ferocidad, hasta que un gran trueno acompañado de un relámpago le hizo dar un brinquito en su lugar, y no fue ahí cuando pudo sentir una molestia en sus pantalones así que cuando sus ojos bajaron hacia su entrepierna pudo notar como una erección visiblemente notoria parecía querer salir y ser atendida por alguien.

— louis... —de pronto alguien le llamó haciendo que su mirada volviese a subir hasta que estos conectaron con los ojos lujuriosos de su jefe.

— creí que ya te habías ido —dice dándole algunos azotes a la rubia— no sabía que te gustaba ser ¡espectador! —una risa brotó de sus labios viendo el bulto en los pantalones del castaño.

Entonces el chico entró en conciencia y se dio cuenta de lo que estaba pasando así que sin decir nada huyó de ahí, casi corriendo entró a su oficina tirando los papeles en el escritorio.

Sus mejillas estaban sonrojadas y su respiración era algo acelerada, el bochorno en él era grande así que solo atinó a echarse aire con su propia mano tratando de tranquilizarse y alejar la imagen de su jefe follando con la chica de su mente, sin embargo, esa tranquilidad no duró mucho pues de pronto sintió como unos brazos fuertes rodeaban su cintura y como un bulto se pegaba a su trasero.

— ¿que sucede, louis? ¿acaso no te gustó lo que viste? —pregunta el morocho en su oído para después tirar del lóbulo de su oreja provocando en el menor un jadeo.

— y-yo, yo... no quise entrar a su oficina de esa manera, creí que estaría vacía, solo iba a entregar el informe que estaba solicitando —murmura patéticamente removiéndose un poco entre los brazos del moreno.

Sin embargo, el jefe lo ignoró por completo y mejor decidió empujarlo contra el escritorio, provocando que el ojiazul apoyara sus manos en el mueble con el trasero respingado, casi como la rubia hace unos minutos.

— ¿q-que cree que hace? —titubea tratando de levantarse pero una mano en su nuca se lo impide— ¿jefe? —sin dejar que diga algo más el mayor toma la erección del chico por encima de la tela y lo aprieta provocando en él un jadeo sonoro— ¡oh, j-jefe! —se arquea una poco pegando más su trasero contra el miembro del más alto—

— estás tan duro, louis, tan necesitad —murmura frotando su nariz en la nuca del castaño— no sabes cuanto tiempo he querido tenerte así, tan expuesto para mí, eres tan jodidamente caliente que no hay día que no desee hundirme en ti, sentir como tus paredes aprietan mi pene mientras lloriqueas como perra pidiendo más —empieza a mover su mano de arriba hacia abajo provocando en el chico gemidos sonoros y necesitados, pidiendo más de su jefe mientras echa la cabeza para atrás dándole acceso a su cuello para así marcarlo, sin dejar de frotar el mayor su erección en el voluptuoso trasero del menor— si, así, mhm, si —gime el mayor mientras empieza a frotarse con más intensidad en el trasero del ojiazul hasta el grado de empezar a chocar su pene contra los glúteos de él con brusquedad como si estuviese follándolo.

— si, jefe, mhm, lo hace tan bien, conviertame en su perra —lloriquea el menor al sentir una gran presión en su pantalones— quiero ser la perrita del jefe —grita cuando el mayor mete su mano al pantalón de él y empieza a sacudir su pene con fuerza provocandole una especie de dolor y excitación al castaño al ser tan rudo con él.

Sin embargo, de pronto un nuevo trueno provoca que el mayor se despierte con un respingo, se siente desorientado, con su corazón acelerado y algo abochornado. Su vista tarda un poco en acostumbrarse a la luz de la pequeña lámpara y cuando está totalmente despierto se da cuenta de que todo había sido un sueño húmedo con su jefe.

— no puede ser —gimotea echando su cabeza hacia atrás hasta pegar con el respaldo de la silla— otra vez lo volví a soñar —un suspiro de frustración abandona sus labios y después se queja al sentir una molestia en su entrepierna— estupendo, ahora tengo una erección en mi oficina —se lamenta mirando el techo por unos segundos, hasta que una idea descabellada cruza por su mente, era algo arriesgado pero su pene seguía doliendo y sabía que no bajaría pronto.

Además estaba solo, pues ya pasaba de la media noche y según sus pensamientos en su oficina no había cámaras de seguridad.

Así que desabrochando su pantalón bajó la bragueta y seguido a eso sacó su erección la cual estaba hinchada y húmeda de la punta. Un jadeo salió de sus labios apenas frotó con suavidad el glande con su dedo pulgar, después de eso, empezó a masturbarse, bombeando con fuerza en su falo mientras gemidos y gruñidos salían de su boca.

— mjm, si... —sin delicadeza tomó uno de sus pezones por encima de la camisa y lo pellizcos con brutalidad provocando que se arqueara por el placer que estaba experimentando.

Gracias por la espera, aquí un nuevo capítulo, espero les este gustando, de vuelta al zouis🥺✨💙💛

𝓩𝓪𝓯𝓲𝓻𝓸 - 𝓩𝓸𝓾𝓲𝓼 𝓜𝓪𝓵𝓲𝓴𝓼𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora