ᵦᵣₒₜₕₑᵣₛ (Edición Y Pausa)

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Verano del 2003

- hey Michi mira mi nuevo tatuaje! A que es genial, verdad?- habló el de ojos dorados con entusiasmo, mostrándole a su hermano menor aquel tatuaje de tigre en su cuello

- wow! Tora, está genial! - el menor lo miro con asombro, para él su hermano mayor siempre sería genial - pero... Mamá y Papá no se enojaran contigo?

El menor dejo su asombro para cambiarlo a preocupación, su padre no era el tipo de hombre que sea tolerante y su madre ... Su madre solo seguía todo lo que su padre decía, una pequeña marioneta sin voto ni opinión.

- no te preocupes, hermanito. Ha ese hombre poco le va interesar lo que yo haga con mi cuerpo - se acercó hasta el ojiazul ofreciéndole una sonrisa para tranquilizarlo, acaricio su cabeza para revolverle sus cabellos.

- Tora me despeinas, para! - se quejó quitándose la mano del mayor de su cabeza, inflando sus mejillas regordetas y suaves con un leve color rojizo formando un tierno puchero.

- jajaja lo siento, Michi. Es inevitable no molestarte, eres adorable

- no es cierto! Yo soy muy rudo, Baji-kun me lo dijo!

- ah?! Desde cuándo tú hablas con Baji? - fingió molestía, realmente le agradaba que su mejor amigo se llevará bien con su hermanito

- desde que nos presentaste y el me dijo que yo era muy genial y rudo al igual que él

- Pues te mintió. - desvío su mirada poniendo sus manos detrás de su cabeza-  Yo soy tu hermano, soy más genial que él - se hizo el indignado - no me digas que piensas cambiarme por él?! Me dueles Michi, me dueles.

El contrario solo rodó los ojos, a veces su hermano mayor podía ser muy dramatico.

- Baji-kun puede ser genial, pero tú eres mi hermano y eres el mejor que conozco - le sonrió, era la persona que más admiraba.

- A que si?! - dijo orgulloso - soy el mejor hermano mayor que puede existir, tienes suerte de tenerme Michi - a veces el ego se le subía

El menor solo asintió riéndose siguiéndole el juego.

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El pequeño niño de 11 años corría rápidamente hacia su casa, estaba llegando tarde y todo por distraerse.

- ya llegué!! - grito desde la entrada de su casa cerrando la puerta y quitándose los zapatos para poder caminar cómodamente dentro.

- por qué llegas tan tarde? - salió el mayor de la cocina, teniendo puesto un delantal y un cucharón en la mano

- oh Tora! Llegaste antes - respondió algo nervioso - donde están mamá y papá?

- salieron. Vas a responder? - su tono era serio, cruzándose de brazos junto a una mirada acusadora.

El mayor fue acercándose hacia su nervioso hermano menor, ya suponía el porque de su tardanza, pero quería que él le dijera. Cuando estuvo cerca suyo lo tomo de las mejillas haciendo que lo vea, pudo notar como había raspones y golpes en todo su rostro.

- dime qué pasó esta vez

- unos bravucones estaban molestando a una niña y un niño, no podía quedarme viendo! - expreso su molestía, no le gustaba para nada las personas que se aprovechaban de los demás.

- sigo sin entender de donde sacaste ese complejo tuyo de pequeño héroe juvenil - soltó un suspiro y río - pero bueno, vamos, lávate la cara y las manos para comer, después te ayudaré a curar tus heridas