03.

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Por más que suplicó e imploró con sus ojos, sus amigos se habían ido dejándolo solo con aquel chico. Sus manos temblaban temerosas y sus ojos eran incapaces de mirarlo a la cara, ¿qué estará pensando Yang Jeongin de él? ¿Habrá estado buscándole para realmente darle una paliza? El silencio era tan tenso que juraba podía tocarlo e incluso usarlo como una cuerda de guitarra.

— ¿Cuál es tu nombre? — su voz había sonado normal, sin ninguna pizca de enojo, pero aún así logró asustarle.

Se alejó dos pasos antes de contestar: — H-Hyunjin... Hwang Hyunjin...

— Bueno Hyunjin, ¿por qué estás tan nervioso?

— ¿V-vas a golpearme? — murmuró temeroso — Porque si vas a golpearme que sea rápido y que no duela tanto.

Abrió sus brazos y cerró sus ojos con fuerza dejándose a su merced. Se sintió confundido cuando lo único que recibió fueron las risas de Jeongin oírse por el lugar.

— No voy a golpearte — negó agitando sus manos —. No quiero hacerte daño.

— ¿Por qué no? — frunció — Te besé, lo que debería darte enojo y querer golpearme.

Se acercó y tomó su mano derecha haciéndola un puño, para luego mostrar su mejilla y tocarla con su índice.

— Anda, aquí te puedes desquitar — cerró con fuerza nuevamente los ojos esperando por el golpe.

Pero lo único que sintió en su mejilla izquierda fueron unos cálidos y húmedos labios posarse con timidez. Abrió mucho los ojos y le miró desconfiado, sintiendo sus mejillas teñirse de a poco.

Eso no lo veía venir.

— ¿Q-qué fue eso?

— Un beso.

— Sí, pero ¿por qué?

Se encogió de hombros. — Yo quise dártelo, ¿el tuyo por qué fue?

— Una apuesta — parpadea varias veces aún un poco confundido —. Aposté con mis amigos dos mil seiscientos wons, tareas hechas y dulces gratis a que lo hacía...

— ¿Te gustan las apuestas?

— No puedo negarme a una.

Jeongin asintió. — Te apuesto el doble a que no lo haces de nuevo. 

Eso tampoco lo veía venir.

Por una apuesta ⭒♯ ʰʸᵘⁿᶦⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora