•GGUKJIN ADAPTACIÓN•
❝Detrás de un buen alfa, hay un gran omega❞
Jeon Jungkook, un gran alfa y jefe de la mafia más poderosa en Corea y Estados Unidos de América, temible y respetado.
O sólo Googie, el alfa que está loco por el bonito y manipula...
Con los ojos llorosos y un ardor doloroso en la garganta, Seokjin mordió su labio inferior con fuerza para no soltar palabra alguna.
¿Era Jungkook quien realmente estaba usando su voz de alfa en él, en su propio omega? Jungkook decía amarlo, él decía quererlo y respetarlo, ¿por qué entonces le estaba haciendo eso?
Quería decirle que se fuera, que lo dejara en paz, que no volviera a buscarlo nunca, pero su lobo se sentía en la obligación de responder, por esa maldita voz.
—Responde ahora, Seokjin.
Apretó la almohada en sus manos. No queriendo decirle, mantenerlo en secreto era una buena opción si lo pensaba bien, pero era inevitable, su omega le exigía que le dijera la verdad, aunque sabía que una parte de su lobo también se negaba, la voz de mando era mucho más fuerte que ellos.
—Estoy en estado.
Y tal como se lo esperaba, Jeongguk se congeló ante la noticia, porque un bebé era algo que él siempre le decía que no quería, porque era una debilidad ante sus enemigos, porque era algo que todos podían usar en su contra.
Un bebé sólo iba a estar en peligro cerca de Jeon Jungkook, y Seokjin lo sabía, por eso tomó su decisión, una que aunque le doliera, sabía que era la mejor, y lo confirmó cuando el menor comenzó a negar frenéticamante.
—No podemos tener un bebé, Jin, nosotros no podemos, yo no puedo.
—Entiendo —asiente comprensivo, mirando su estómago—. Pero yo sí lo quiero.
—Jinnie...
—Y tampoco quiero que esté cerca tuyo —sus ojos se conectan, el omega demostrando la seriedad en sus palabras y lleno de miedo cubrió su abdomen, donde próximamente crecería—. Lo dijiste y lo entiendo ahora, es peligroso estar cerca tuyo, en este tiempo entendí que te amo, sí, por eso acepté ir contigo a pesar de todo, pero no puedo permitirme que algo le pase a mi bebé, no dejaré que él crezca en un ambiente como el tuyo. Si bien aún tengo sentimientos por ti, estoy seguro que entenderás que nuestro bebé es más importante.
Con el corazón en la boca, Jungkook no supo qué decir.
Si bien necesitaba al mayor a su lado, si bien lo quería tener y cuidarlo de todo, sabía que no era lo mismo con un bebé, sabía que cuidar de un embarazo y luego de un niño era peligroso, si sus enemigos en algún momento se llegaban a enterar sobre un futuro heredero en su negocio, irían tras él, sin importarle si fuera o no un bebé.
Había que ser realistas, un bebé rodeado de armas, drogas, peligros, enemigos y ataques, no estaba seguro, por más que el alfa los encerrara en su mansión, que les pusiera mil guardias bajo llave, si sus enemigos querían ir tras él, lo harían.
Aún recordaba el caso de Christopher Bang, si bien ese alfa tenía una gran seguridad y unas personas de alto calibre y confianza, no pudo evitar cuando una camioneta estrelló contra el auto donde su omega iba camino al hospital, para hacerse un control.
Bang no sólo perdió a su hijo, sino también a su omega, y no fue el único, tener familia siendo parte de la mafia no era una opción segura, todos lo sabían, y Jungkook no quería arriesgarse a eso.
—Lo siento —con un horrible dolor de cabeza, el menor se alejó lentamente de Seokjin—. Lo siento por no poder estar contigo, perdón por no poder ser parte de esa nueva familia que vas a formar, perdón por no poder cuidarlos.
Las lágrimas aparecieron por parte de ambos, pero sabían que era la mejor opción que tienen, era por el bien del futuro bebé.
—Es lo mejor, Googie.
—Lo sé, pero duele.
De acuerdo con sus palabras pero sin saber qué decir Seokjin simplemente asintió. Se quedaron un rato en silencio, Jungkook no quería irse, sabía que era la última vez que lo vería, pero cuando los doctores llegaron minutos después y le pidieron que se marchase, él sólo pudo besar por última vez la mejilla del omega que tanto amaba, acariciar la casita del próximo cachorro a nacer y, sin más opciones, irse.
A partir de ese momento, cuando saliera del hospital y dejara a su omega atrás, Jeon sabía que ya nada volvería a ser como antes.
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