Capitulo 12-Adios.

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Me costaba respirar una vez que salí de la cueva. Escuchaba como esas cosas rasguñaban la roca con sus filosas y pequeñas garras. Ruby parecía piedra de granito, tan dura como pálida


Mire sobre mi hombro y vi como Marcos sostenía un par de criaturas agarradas por el cuello. Las criaturas gritaban con un horrible ruido hasta que se deshidrataron, como unas pasas, pasas azules.


—¡Al fin!—Exclamó Marcos una vez que tiro los cuerpos deshidratados de las criaturas azules

Gotas de sangre bajaban por su mano derecha, llegaban hasta su codo y caían en gotas hasta el agua cristalina dejándola manchada de gotas de sangre. —Vengan, es hora de aprender algo rapido—Dijo mientras salia del río


Caminábamos hasta el bosque y nos detuvimos cerca de un enorme árbol, que en sus pies se hallaban hongos de diversos tamaños, formas y colores.

Trituró un hongo de color verde, con una forma un tanto extraña, pero tenía una ligera semejanza a la de un champiñón, al cual agrego exactamente dos gotas de sangre.


—Se fijaron bien de la forma y del color, ¿No?—Antes de que pudiéramos opinar, empezó a hablar él— Bien, me alegro, ya que la mayoría de estos hongos te matan al instante, salvó algunos que te dejan paralizado—Dijo mientras se frotaba la mezcla de color verde oscuro en sus heridas, y al instante desaparecieron—Ahora, vámonos, se nos acaba el tiempo—Mientras estaba caminando hizo una pausa y luego giro sobre sus talones— ¿Saben? Mejor váyanse y suban al árbol si, hasta la copa, corran. Kiru, las ayudara, luego. Pero hasta la copa se suben


—Pero que...¿Que rayos pasa?—Pregunto Ruby, mientras se acercaba a Marcos— ¿Como ves a Kiru?

—Oh, mi pequeña Ruby, tantos misterios, tantas respuestas, pero en tan corto tiempo, lárguense hasta la copa de ese árbol—Señalo al árbol de la izquierda—Oh por cierto, tomen. Es un pequeño dije de flor, corran, corran.


Le hicimos caso, y empezamos a escalar por las ramas del árbol, tenía que enterrar mis uñas entre las grietas del tronco para poder sujetarme, en cambio Ruby...Le costaba un poco más, seguía siendo delicada. Las dos estábamos cansadas, y nos detuvimos en una rama del árbol lo suficientemente gruesa para que nos soportara a las dos, y no quebrarse, pensamos que Marcos estaba detrás de nosotras, eso lo pensaba hasta mirar hacia abajo.


Marcos.

—¿No crees que ya estas muy vieja para estarte escondiendo?—Dije mientras miraba fijamente el tronco de un árbol.

—Muy inteligente, muy inteligente, al parecer estar encerrado mucho tiempo, te dio la oportunidad de aprender—Dijo la voz de una mujer que aparecía detrás de ondas de luz color azul, un cuerpo esbelto, de piel canela, rostro de corazón con cabello corto hasta los hombros, es mi antigua amiga...Karina—Te has deteriorado con el tiempo Marcos, que pena la tuya. Hubieras venido con nosotros, ja, ja—Dijo mientras caminaba con sus botas color negro sobre las flores naranjas, y al momento tiro una pequeña bola que reflejo un láser color rojo.

—Nunca me hubiera ido con ustedes, ja, ja. ¿Arruinarme la vida? Ja, ja—Respondí—No me quería podrir como ustedes—Solté varias risas

—Tengo 40 años, y me veo como de 20, ¿Eso es arruinar la vida?...Espera, ¿Que hago hablando contigo? Mi misión era asesinarte—Decía mientras sacaba una daga con filo.

—Simple, extrañabas hablar conmigo—Encogí mis hombros—Eramos los mejores amigos...Pero tuviste que ser algo que yo aborrecía, tan oscuro tu corazón.

—Bueno...Es verdad...Extrañaba hablar contigo, por eso—Dijo mientras guardaba su daga en el costado de su pierna descubierta—No te asesinare...Pero el sí—Luego de esa oración, chasqueo sus dedos, y sentí un frio que paso por mi tronco, y caí.

—Adiós, viejo amigo, me gusto hablar contigo, por ultima vez—Dijo mientras miraba el cuerpo sin vida de Marcos, con un orificio del tamaño de una pelota de fútbol en su tronco, y un animal de especie rara tenía el hocico lleno de sangre.


Amber.

Que...¿Que acaba de pasar...? ¿Murió? ¿Así de fácil?

—¿Quien es esa mujer?—Dije mientras miraba el cuerpo ensangrentado de Marcos...

Ruby quedo perpleja a ese acto. Pero...Se le escapo un grito. Pero desgraciadamente lo grito antes de que ella se fuera...

—Rayos, Ruby, callate—Dije mientras le tapaba la mano con la palma de mi mano.

En ese preciso momento ella alzo la mirada...Y nos vio y de inmediato formo una mueca que parecía una sonrisa, ya estaba preparada psiológicamente a salir corriendo ¿Como? No lo se.

—Interesante, dos opciones. Primera o bajan de ahí respirando, o como cadáveres, ustedes decidan—Dijo La chica mientras nos miraba fijamente sacando la daga.


En ese momento Ruby me miro y dijo.

—Te quiero Amber, gracias por ser mi amiga, digo, mi mejor amiga.—Realizo una pequeña sonrisa

—Yo también te quiero, Ruby—Respondí, pero sabia que eso no es para despedida, solo era por precaución.


—¡Tiempo!—Grita la chica de abajo—Uno trata de disminuir el numero de muertes en un día, pero no, no dejan. Bueno, ya se acabo—Se dirige hacia el árbol e implanta en el un dispositivo raro como una bomba, que luego de tres "Pi" exploto...


Tumba así el árbol...Junto con nosotras en el, trataba de aferrarme fuerte en la rama, para no salir volando. Caí rodando entre las ramas, las ramas habían rasguñado mis mejillas y brazos. En cambio Ruby, cayó segundos mas rápido que yo, rompiendo sus labios al llegarle la cara al suelo.

Gire mi cabeza hasta tratar de ver a la chica, y tenia una enorme sonrisa de oreja a oreja.


—Oh, interesante. Ja, ja—Dijo la chica que estaba al lado de el cadáver de Marcos y la horrible criatura llena de sangre a su derecha


—¡Amber! El ya murió, ahora corre y salva la tuya—Dijo Ruby mientras se levantaba para correr, y la seguí.


Al parecer ella no nos persiguió, ni esa horrible criatura, solo nos dejo huir, no se si sera por diversión, o por algún plan que ella trama...




El secreto de sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora