He sentido el amor de mi madre, el amor de mis amigas, el amor de mi familia, pero cuando me choqué con esos dramas tan dulces, me hicieron querer sentir ese amor también.
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Me amoldé a ti, te seguí a pesar de que llevábamos una distancia notable, tu avanzando a largos pasos y yo caminando siempre detrás de ti, tratando de seguir tu ritmo. Ser cariñoso y pegajoso quizás fue un error, sobre todo si lo era contigo, porque solo hacía que pasaras sobre mí, como una goma de mascar de la cual, tarde o temprano, te desharás.
Ilusión que brilla en mis orbes, reflejaban la esperanza de que entre todos los que ocupábamos una silla en el salón me notaras, podía ser lo que tu quisieras, lo que necesitabas ¿Cierto? Me volví capaz de dañarme a mí mismo, destrozar a ese yo que al principio te veía con tanto amor pensando que, en algún momento, le devolverías la mirada, le devolverías las sonrisas. Me adelanté al futuro contigo, di un paso al vacío mientras tu solo estabas ahí, dándome la espalda.
En algún momento me sentí agotado, día a día perdía esperanzas, día a día era más difícil de llenar tus expectativas. ¿En realidad puedo? Quizás con el primer "no" que me diste debí haberme detenido. Mientras más lo intento, más me pierdo a mí en el camino.
Echado en el pupitre una vez que han terminado las clases me doy por vencido, no soy lo que necesitas y me lo dejaste en claro, pero cada pequeño acto me hacía caer más profundo, fue mí culpa al no captar que tus buenos tratos no eran un indicio de que me amabas, aunque todos me lo hayan dicho, yo no haya querido caer en cuenta.
Quizás lo mejor fue encontrarte besándola en las gradas del colegio, quizás fue lo mejor llorar por una fantasía que día a día me volvía más obsesivo. Se feliz con ella, se feliz, pero no hagas que mí corazón siga latiendo por ti, no lo rompas cuando le das tu mejor sonrisa, una que nunca pude lograr sacarte.
He lastimado a alguien más, porque el que se ve en el espejo es un desconocido mientras mira las fotos del álbum de apenas años pasados.
Siempre lo he pensado, pero mientras rompo el libro de poesía dedicada a ti decido que es mejor es dejarte por qué nunca me perteneciste, y para ti no era más que un estorbo. Es momento de dejar de llenar tus parámetros para poder cumplir con los míos. Como un lunar en mí mano que perdura a lo largo de los años, espero que poco a poco se vaya borrando.
