El precio El decreto de los dioses [TERMINADA]

Capítulo 7: Algunas Verdades

Encontró a Bofur en la cocina, sirviéndose una cerveza y Bilbo rechazó la oferta a favor de una buena taza de té. El minero sonreía, pero había una sombra vaga en su mirada marrón clara y Bilbo se sintió culpable por traer a Thorin a Bolsón Cerrado... aunque no tenía opciones. En silencio, se sentó frente a su amigo en la mesa y esperó a que Bofur hablara. No solía ser tímido al expresar su opinión, pero Bilbo sabía que lo habían puesto en una posición muy difícil.

"No te culpo," dijo Bofur por fin, su tono pensativo. "No podías dejarlo morir más de lo que yo podría". Él suspiró.

"Lo sé", admitió el Hobbit. "Sabía que algo andaba mal, podía sentirlo". Inconscientemente puso su mano sobre su pecho. "Durante todas las ventiscas, supe que tenía que salir ahí..." El enano lo inspeccionó lentamente, con ojos tristes.

"Todavía lo amas", se dio cuenta. Bilbo tomó un sorbo de su té.

Creo que tengo unas galletas de avena y pasas en la despensa dijo e hizo ademán de levantarse. Bofur exhaló lentamente y lo observó. Bilbo era un amigo valiente y generoso, pero a veces, era bastante lento para reconocer lo que había allí. Así que vio cómo el Hobbit acomodaba cuidadosamente las galletas en el plato y regresaba, dejándolo sobre la mesa. Luego se sentó de nuevo. Bofur tomó un sorbo de cerveza y observó a su amigo.

"Supongo que eso significa que no estás realmente listo para hablar..." comentó. Pero Bilbo suspiró.

"Estaba furioso con Thorin... y todavía estoy un poco molesto, para ser honesto", admitió, tomando una galleta y partiéndola cuidadosamente por la mitad. "El problema nunca fue que no lo amaba".

"Él es Thorin Oakenshield," refunfuñó Bofur. "A pesar de su apariencia, tiene carisma a raudales, no puede dejar de ser un Rey sin importar lo que haga. Nadie podía quitarle los ojos de encima, incluso cuando corría suicidamente hacia Azog tras las Cuevas de los Goblins. Incluso mi mamá nunca me miró por segunda vez, pero Thorin Bloody Oakenshield domina cada habitación en la que entra. ¿Cómo es posible que todavía no sientas nada por él?

Bilbo puso los ojos en blanco, luego volvió a llenar su taza de la olla, dejando caer una gota de leche y revolviendo con cuidado. Mojó la siguiente mitad de su galleta.

"Tú y el resto de los enanos se olvidaron de preguntarme qué hacen los Hobbits cuando están enamorados", dijo irritado. Siempre estás tan interesado en insinuar acerca de tus Unos, sin explicar todo lo que necesito saber. Pero las costumbres de cortejo y matrimonio de Hobbit nunca aparecieron. Ni siquiera Thorin preguntó y yo estaba casada con él".

"¿Era? ¿Pasado?"

Bilbo sonrió tristemente.

"Dejé mi anillo de bodas y mi cuenta de matrimonio atrás", dijo. "En lo que a mí respecta, humillarme públicamente y declarar que no confiaba en mí era una declaración de que nuestra unión había terminado. Así que dejé atrás los símbolos de nuestro matrimonio y tuve que cerrarle mi corazón. Dijiste que lo rechacé, pero que no había nada más que pudiera hacer.

"¿Sabes lo que significa Rechazo?" preguntó Bofur.

"¡No!" espetó Bilbo. "¡No, no lo hago por tu maldito secreto!" El enano soltó un gemido y apuró su cerveza.

"Está bien" , suspiró. "Solo te digo esto porque estás casado con un enano y porque eres Uno". Bilbo se cruzó de brazos y lo fulminó con la mirada. "Ser un enano que encuentra a su Único no es un asunto sencillo, Bilbo," suspiró Bofur. "Es un regalo maravilloso de Mahal, lo más preciado de todo lo que puede poseer un enano. Mahal diseñó nuestros Ones especialmente para nosotros, el compañero perfecto que completa nuestro corazón y alma. Pero eso no son solo palabras, cuando una pareja reconoce el vínculo, especialmente cuando es aceptado y formalizado, también hay un cambio físico en ambos. Su bienestar está ligado al otro y juntos son más fuertes y saludables".