Los días soleados eran los favoritos de la pequeña Suzuna Senju, la bisnieta de Tobirama. Podía salir a pasear sin ser vigilada por sus padres, tenía la oportunidad de poder compartir momentos con su amada naturaleza. Porque tal vez era un secreto que solo ella conocía sobre sí misma, pero por alguna extraña razón, la naturaleza parecía hablarle cada vez que estaba cerca de un bosque. Todos los árboles, las plantas y los arbustos tenían energía y ella podía sentirlo. Un poder extraño sobresalía de su cuerpo cada vez que ella estaba rodeada de naturaleza.
Justo como aquel día.
Suzuna decidió reposar debajo de un árbol mientras descubría el poder que yacía en ella, sin siquiera intentarlo de la punta de sus dedos creaba hojas verdes y pequeñas ramas, un elemento nuevo para ella, uno que ni siquiera sabía que le traería demasiados problemas en su vida.
El grito de alguien la hizo sobresaltar, alzó su mirada al cielo. Una persona caía por el acantilado a gran velocidad, ni siquiera el río abajo lo ayudaría a sobrevivir a la caída.
—¡Cuidado!
Itachi Uchiha trataba de detener su caída con un par de kunais en manos, intentó clavarlas en la roca varias veces, pero era imposible, seguía cayendo.
En un instante, un árbol enorme apareció bajo él. No lo esperó en absoluto por lo que no pudo evitar golpearse contra un par de ramas y posiblemente, torcerse el tobillo al caer por completo.
¿Un árbol apareció tan de repente?
—¿¡Estás bien!? —Suzuna corrió apresurada y algo asustada por lo que acababa de suceder, sus manos temblaban frente al Uchiha. —¿Te hiciste daño?
—Estoy bien. —asiente él curioso. Volvió a mirar aquel árbol, estaba muy seguro de que no estaba ahí minutos antes, no sería tan despistado como para lanzarse contra un árbol.
—¿¡Qué te sucede!? Deberías ser más cuidadoso. —grita la niña albina frente a él. —¡Pudiste haberte matado!
El graznido de un cuervo interrumpió el discurso de la Senju, aquel ave se colocó en su hombro. Varios cuervos bajaron hasta ellos para rodearlos, asustando a Suzuna. Itachi alzó su mano y un cuervo se detuvo en ella, luego de unos minutos, todos los cuervos se dispersaron.
Suzuna suspiró.
—Deberíamos regresar a la aldea. —sugirió, seguía asustada por lo sucedido pero ya no tanto.
En el fondo Suzuna sabía que ella fue la causa por la que aquel árbol apareció, porque, cuando vio el cuerpo del chico caer desde tan alto, deseó con toda su alma que hubiera algo que pudiera ayudarlo a detener la caída, en ese momento, ella misma sintió en sus extremidades el poder que recorrió la tierra hasta crear ese árbol tan de repente. No tenía ni idea de lo que estaba sucediendo.
—Necesito ayuda... —murmura el Uchiha. —Me torcí el tobillo.
Suzuna se apresura a sujetar al Uchiha de un brazo que rodeaba sus hombros. Suspiró con pesar y comenzó a caminar con él en brazos. Pesaba mucho.
En silencio, los dos caminaron hasta la aldea. Poco a poco el sol comenzaba a ocultarse, ellos iban a paso lento para no lastimar más al chico, por lo que fue crepúsculo cuando llegaron a la aldea.
—Itachi Uchiha. —murmura el pequeño. Suzuna lo mira confundida.
—¿Eh?
—Es mi nombre.
—Oh... —murmura. —Suzuna Senju.
—¿Senju? —repite Itachi, sorprendido. Ella sonríe con orgullo.
—Sí, al igual que el primer y segundo Hokage, mi deber es ser Hokage también.
—Impresionante.
Y el silencio volvió a reinar entre ellos. No eran chicos de muchas palabras, además de que apenas y se conocían. Suzuna no tenía absoluta interés en conocerlo, no después de que su mente abarcara lo sucedido con aquel árbol y esas hojas que podía crear en sus manos, sin embargo, el Uchiha era otro tema, porque él sí la miraba de vez en cuando.
Porque él creía que ella fue la causa de que aquel árbol le salvara la vida.
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𝑬𝒍𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝑴𝒂𝒅𝒆𝒓𝒂 |𝙸𝚝𝚊𝚌𝚑𝚒 𝚄𝚌𝚑𝚒𝚑𝚊|
FanfictionSuzuna Senju, bisnieta de Tobirama Senju ha heredado el Kekkei Genkai de Hashirama. Convirtiéndola en un ser diferente y extraño, pero no para Itachi, el cual se vuelve su mejor amigo. Con una serie de complicaciones, Suzuna debe encontrar la maner...