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Cuatro años después.

Suzuna vuelve a quejarse entre dientes mientras observaba a su ex novio Mikado en medio de la calle, hablarse con otras chicas que ni siquiera llegaban a ser Chunnin. Ella siempre fue linda con él, procuraba usar ropa femenina y comer poco en las citas, simplemente le encantaba pero no hace más de una semana él cortó con ella y ya andaba coqueteando con otras.

¿Por qué cortaron? Bueno, según él, su excusa fue "pasas demasiado tiempo con Itachi Uchiha". ¿¡Qué clase de excusa era esa!? Si quería cortar con ella, entonces debía ser franco y decirlo así como va.

—Si sigues haciendo esa cara te saldrán arrugas. —murmura Itachi con burla detrás de ella, Suzuna alivia su gesto a uno feliz. Amaba ver a su amigo.

Itachi había crecido éstos años llegando a pasar fácilmente a Suzuna, de modo que ahora ella era la pequeña entre ambos.

—¿Ya viste a ese pelele? —dice ella señalando a Mikado. Itachi alza la mirada, claro que lo reconocía, justo hace una semana lo amenazó para que dejara de salir con Suzuna porque no lo creía apto para ella. —Parece que me superó con tanta facilidad, desgraciado.

—Eres demasiado para él.

—Lo sé. —sonríe coqueta, entonces golpea el hombro del Uchiha. Pocas veces podía verlo sin el traje de entrenamiento. —¿Vamos por los dangos?

—Esperaba que lo dijeras.

Suzuna decidió pasar abrazada del Uchiha junto al grupo de chicas que rodeaban a su ex, era inevitable, todas ellas giraron al mismo tiempo para no perderse detalle alguno de Itachi. Simplemente, era demasiado atractivo y perfecto.

Dentro del recinto, Suzuna no pidió té para acompañar los dangos, sino un par de cervezas que mejoraron su humor. Itachi se concentró en comer más palillos de dangos aprovechando que ella no lo limitaría porque estaría muy distraída con el alcohol.

De repente, Suzuna recargó su cabeza en el hombro del Uchiha, éste dejó de comer para prestar atención, un sonrojo recorría las mejillas de la Senju, sus pestañas eran largas y sus labios muy rosados.

—¿Qué tengo mal? —se queja ella sin entenderlo. —Todos los chicos me dejan por excusas muy estúpidas. ¿Me creerías si te dijera que uno de ellos me dijo que tú lo amenazaste? ¡Tonterías!

—¿Eso dijo? —finge sorpresa acariciando el cabello de la Senju. —Todos ellos no eran suficiente para ti, Zuna. No vale la pena mortificarse por eso.

—Es que... ¿Y si no es así? ¿Y si yo estoy mal? —balbucea preocupada, Itachi trata de ignorar sus quejas y toma un palillo con dos de los tres dangos, iba a comerlo pero ella intervino y le quitó el palillo de la mano. —¡Hazme caso!

—Obviamente no hay nada malo contigo. —dice él sin perder de vista sus dangos robados por ella, Suzuna se los lleva a la boca y se come uno.

—Supongo que me quedaré para siempre sola... o no tan sola. —le acerca el palillo a Itachi para que pudiera terminar de comérselo. Itachi no lo sujetó, sino que mordió aquel dulce, sin quitarle la mirada encima a Suzuna. —... al menos creo que tú siempre estarás ahí conmigo... ¿No?

—Definitivamente. —afirma él.

—Por eso eres mi mejor amigo. —se ríe entre dientes, Itachi rueda los ojos al escuchar las palabras "mejor amigo".

Nunca en la vida de un Uchiha había sucedido algo como ahora, la mayoría de los Uchiha eran considerados demasiado atractivos y por ello muchos de ellos podían permitirse ser ególatras y narcisistas. Pero por primera vez algo diferente sucedió, Suzuna no pensaba en Itachi como un hombre del que pudiera enamorarse, no porque no fuera atractivo, al contrario, para Suzuna, Itachi era el chico más atractivo en su vida. Pero ella no podía considerarse apta para él, así que eliminó la posibilidad desde un inicio, después de todo era su mejor amigo y no quería arruinar esa amistad.

𝑬𝒍𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝑴𝒂𝒅𝒆𝒓𝒂 |𝙸𝚝𝚊𝚌𝚑𝚒 𝚄𝚌𝚑𝚒𝚑𝚊|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora