STEAL MY GIRL (NOMIN)

24. TELL ME A LIE

❝ ─Jaemin, miénteme si quieres, pero por el amor de Dios, no me digas que lo extrañas a él.❞

De un lado para el otro, sus pies le llevaban de un lado al otro.

Caminando en círculos por toda su habitación, con las manos sudorosas, esforzando su mente.

Su puerta abriéndose fuertemente por poco le provoca un paro cardíaco, pero era lo que necesitaba.

─¿Has traído todo lo que te pedí? ─se acercó al chico, tomando la bolsa.

─Sí, todo y al doble, por si acaso; pareces loco ─se quitó los auriculares y su gorra. ─Y antes que comiences con lo que sea que tienes, he hablado con Johnny.

Jaemin volteó hacia su mejor amigo mientras apoyaba todo en su escritorio.

─Dijo que alguien te vió en un auto, con Soobin ─cruzó sus brazos. ─¿Es cierto?

─¿Te dijo quién? ─tomó una barra de chocolate.

─¡Jeno! Tu maldito novio vió como ibas en el auto con otro, ¿Puedes decirme qué estás haciendo, Jaemin?

El ambiente tomó un silencio muy pronto.

Mark esperaba respuestas del menor, mientras el mismo parecía estar acomodando las cosas en su mente.

─Llama a Johnny.

─¿Qué?

─Que lo llames ─se acercó a él, tomando sus hombros. ─No es lo que piensas, Mark. Tengo un plan. Llámalo.

Suspiró. ─Nana, yo sé que eres un genio y todo eso pero-

─Mark, no hay tiempo, llama a Johnny.

(...)

Desde que Jeno conoció a Jaemin, su lugar anti depresiones había permanecido cerrado, jamás volvió a entrar.

Pero luego de tantas emociones encontradas, subió las escaleras de su casa, hasta el ático, donde quitó el seguro de la puerta y llegó al techo.

Tomó asiento, mientras encendía un cigarrillo y le daba una calada rápida, calentando sus pulmones.

Llevaba tiempo sin fumar, de hecho, no se consideraba un fumador; sólo lo hacía cuando no tenía a qué recurrir.

Miraba las estrellas, intentando encontrar la respuesta a todas las preguntas que tenía.

Jaemin no contestó cuando mando el código de Love You Goodbye, probablemente ni siquiera lo escaneó.

¿En qué momento las cosas tomaron ese camino?

Se sintió en el cielo cuando lloró en su hombro, diciéndole que lo amaba y que jamás lo deje. Na lo acunó en sus brazos, mostrándole que todo estaría bien.

¿Entonces?

Largó nuevamente humo, cerrando sus ojos, acomodando sus ideas para evitar caer en crisis.

─Permiso ─se escucharon dos toques en la ventana, y al girar, se encontró con su padre intentando subir junto a él.

Dejó a un lado el cigarrillo y lo ayudó riendo.

─Papá, ¿Qué haces?

─Te vengo a dar compañía ─logró acomodarse, mientras sacaba su guitarra del estuche. ─¿Días difíciles, no?

─Sí, pero no es necesario que-

─Won't you stay 'til the a.m?

─Dios, no, papá-