Sebastián observó como su nuevo maestro se desmayaba debido al calor de su marca claro podía ponerla en cualquier lugar pero bueno ver a ese mago con esos gestos era algo que alimentaba su libido además combinaría muy bien con el lugar donde el tenía la marca.
levantó el cuerpo en sus brazos con facilidad y llevo una de sus manos a la frente del otro , comenzando a borrar la otra vida del contrario si mantenía sus recuerdos intactos sería muy difícil seducirlo, así que solo dejo el que acaba de vivir y su contrato aún estaban la biblioteca pero para su suerte no había nadie.
- Eres muy malo Sebas- chan , me costó mucho revivirlo además de hacer un siglo de papelo solo para recuperar su alma; tu llegas y lo robas si no fueras tan guapo te golpearía- hablo alguien saliendo de las sombras.
- grell sutcliff, así que fuiste tú el que lo trajo de nuevo a la vida debería agradecer este magnífico regalo - declaro el ojo púrpura mientras lamía el cuello de severus.
-Ah, Sebas- chán eso es tan en contra de la moral - hablo con sangre saliendo de su nariz el rojo Shinigami.
- ¿Moral ? Soy un demonio yo no tengo moral , además el acepto el trato es mío para romper y morder - declaro besando los labios de un desmayado severus.
-mmm oohh si se me está poniendo la carne de gallina , ¡Si tiene un hijo tuyo, definitivamente me aseguraré que de a Luz! - hablo imaginando la escena estaba celoso pero ver sus dos personas favoritas juntas era premio doble.
- tendrá a mis hijos., por cierto porque lo ayudaste el no es un phantomhive no sacarias ningún provecho - explicó Sebastián acomodando su carga en sus brazos.
- A él también le gusta el rojo , y cuando murió estás decorado por un brillante rojo que nunca había visto así que lo tome , debí ver más rojo en el no tenía más motivos- declaro jugando con su sierra.
- No me gusta estar en deuda con los de tu clase pero cuando cumpla su deseo te dejare verlo bañado del más brillante rojo - declaro Sebastián saliendo de la biblioteca y caminando a la sala común de Slytherin.
grell sutcliff se quedó mirando como el demonio se iba nadie en la agencia le iba a creer que las historias era ciertas, las brujas eran las novias de la noche y los magos pertenecían a los cuervos.
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