Llevo años casado con Tom , un matrimonio feliz aunque mi marido era un tirano un mago oscuro que había conquistado el mundo mágico y que llamaban demonio por su mal genio, por ser posesivo y demandante nunca fue de los que daban poesía o demostraban emociones fuertes.
Pero desde hace un tiempo casi tres años he comenzado a recibir cartas, cartas llenas de poesía y basura cursi no sé que esperaba el extraño pero mi interés no se compra tan fácil, Tom era testigo de las cartas incluso deje que las leyera nos causaba gracia las tonterías que en ella estaban escritas.
Alguna veces cuando estaba aburrido imaginaba como era el idiota que me mandaba tanta cursilería y buscaba mi estima con cosas tan banales comí esas cartas.
Ya no las leía solo las quemaba tan pronto cuando llegaban , Tom después de llegar al ministerio de magia simplemente me miraba de reojo y se reía en silencio.
- No se que te causa gracia es molesto , si está persona me conociera sabría que esas tonterías no funcionan conmigo es horrendo leer tanta cursilería - le digo lanzando las cenizas de la última carta al aire.
- lo sé amor , me he divertido todo este tiempo molestándote quería saber que tanto podía durar tu paciencia y mira que tres años es mucho tiempo, así que para compensar hoy te traje un ramo de lirios según me dijo el vendedor son perfectos para las pociones - hablo Tom mostrando un ramo azul.
- eres un maldito Tom si no me gustará tanto tu sentido del humor te mandaría un crucio o dormir a la mansión Malfoy - contesto tomando el ramo y dejando un beso en sus labios - gracias por el regalo lo aprecio mucho mi hombre de pelo cano , sonrisa siniestra y ternura en tus brazos.
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