#MiPrimeraVez

15to Capitulo

Yo no lo sabía, no sabía que él era el bueno y el malo para mí. . . El que hacía que me quedara en mi sendero pero al mismo tiempo el que me hacia tropezar y sacaba de el por momentos . . . El no sabía lo que yo sentía por el por más que lo escribiera, cantara o compusiera una canción, por más que le dijera que lo quería, que lo amaba o que era lo que fuera que haya sentido por él .

Nunca sabes cómo esa persona puede reaccionar, así como puede hacer su vínculo mas fuerte lo puede debilitar. Pues ellos  nunca ven la persona que tú ves, con sus ojos, con su labios, con su voz, con su manera de caminar y hasta de estornudar. . . Y por eso te hacen sufrir.

Si tan solo ellos se dieran cuenta de que es lo que tu viste no harían tanta mierda, no lo harían, créeme, pues se darían cuenta que tú ves lo mejor de ellos, aunque no lo crean, es como si cuando están juntos hasta el aroma del sudor de sus manos es dulce. . .

Entonces se dan un chance, bailan juntos por primera vez viéndose fijamente a los ojos, entonces surge el amor, surge un todo . . . Le das todo lo que tienes, ellos te dan todo lo que tienen y hasta se dan de mas hasta quedar en deuda consigo mismos y cuando no están juntos es como que su paraíso se vuelve infierno . . . Entonces se dan amor y si les gusta seguirán juntos por la mañana para que con sus abrazos se arrullen hasta quedarse dormidos y con el pretexto de quedarse otro rato mas juntos.

Fue entonces cuando desperté. . .

Esa mañana ya era víspera de navidad y la segunda noche de hannukah. . . Tenía mucho tiempo de no ver a Arturo pero no me hacía falta, la vida era menos complicada, mas azul, vivía en un sueño azul. Todos estaban vueltos locos con los preparativos, digo, estábamos, yo esa navidad/hannukah por sorpresa estaba súper emocionado y entusiasmado pues vendrían primos de Estados Unidos con los que no había hablado en muchísimo tiempo y ansiaba ver . . . Fui a comprarme ropa y si, las tiendas atascadas, aun recuerdo como el frio penetraba por las 4 chamarras que traía puestas, el gorro de crochet, las botas, los guantes y hasta las orejeras, creo que ese fue el invierno mas frio que he pasado en México, en como al llegar a casa con la ropa ya olía a ponche, a la salsa del lomo y al relleno del pavo . . . En cómo le llamaba a todos mis amigos para desearles lo mejor y  como llorábamos por viejos recuerdos del año. Muchos mencionaban a Arturo y me decían que era lo mejor, que bueno que me hubiese alejado de él y yo por primera vez estaba de acuerdo al 100 por ciento .

Decían que era de lo peor y que no me quería como yo a él, que solo jugaba con mi mente para tener mi cuerpo. Debo admitir que cuando me besaba mi alma abandonaba mi cuerpo, cerraba los ojos y sentía su aliento, mi sangre hervía al pensar en el desnudo . . . Yo le creía cuando me decía que me quería, le creía cuando me decía que lo nuestro seria eterno, le creí cuando decía que él era bueno, que él era diferente a los demás, que no me lastimaría, le creí cuando me dijo —Créeme, si tan solo el pudiera darme un beso de despedida, aunque sea por lastima yo lo aceptaría .

Lo amaba tanto que cuando lo veía me pellizcaba para saber si no era un sueño, apretaba la mandíbula para no temblar cuando lo veía, lo hubiera seguido al fin del mundo si me lo hubiera pedido, me atrevería a decir que siempre lo amare, pero no mamen no tiene tanta suerte *risas* pero si confiaba en él y nos éramos leales y la lealtad hoy en día pesa mucho más que el amor, le creí y le volvería a creer .

Me dicen que me cegué por una cara bonita, que en dos o tres años se le acabaría, que no me convenía porque no tenía dinero y lo peor, que no era judío y que la gente pensaría lo peor de mi y mi familia si seguía con esto, que era malo y que yo era su juego . . . Pero por un lado tenían razón yo estaba acostumbrado a un estilo de vida donde si veía algo lo compraba al instante o con una llamada a papá se resolvía, vamos, estaba acostumbrado no al lujo, pero si a vivir con un poco más de lo que se necesita, donde no pasaba frio, hambre y tenia no un techo sino tres, sin duda el me hizo cambiar mucho mi perspectiva, se sentía hasta en mi manera de hablar, me hizo mas humilde, menos altivo, aunque si, yo seguía siendo algo arrogante pero era solo para que no me lastimaran y no tuvieran interés en conocerme en absoluto, quería mantener el enigma ; mi confianza era mucha pero mi seguridad poca y humillando a la gente con cosas materiales me sentía mejor conmigo mismo, aunque claro nunca lo ostente demasiado al grado de verme como nuevo rico, naaaa!!!! Nada que ver!! *Léase con voz de Cher de Clueless*