Clase de Astronomia.

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Una vez dentro del observatorio, me quedo helada. El sol ya se metió, hay siete almohadas en el suelo de distintos colores junto con un cuaderno cada una, un 4 telescopios en cada estación y un proyector de estrellas en las paredes. El techo del observatorio está abierto totalmente y la luz de la Luna atraviesa el lugar.

Mi boca está abierta y sólo observo todo a mi al rededor sin palabras. Asher puede notar mi sorpresa. —No te lo esperabas ¿verdad?— sacudo la cabeza negando —No... esto es... es hermoso—

Jamás pensé que algo así me emocionaría tanto. Es como entrar a otra realidad, sientes que nada malo puede pasar en un lugar así.

Todos nos acostamos en las almohadas de colores del piso. Asher y yo nos colocamos a lado del otro. —El profesor siempre llega unos minutos tarde.— lo miro confusa, —¿cómo lo sabes?— Es su primera clase también. —lo sé porque también tomaba clases de astronomía en Londres y el profe llegaba siempre tarde.—
Río y tiene razón, después de 5 minutos el profesor entra al observatorio.

Su voz es relajante, en si, el concepto de la clase es muy relajante. Un hombre de ojos negros y pelo azabache es el profesor, se le ve una vibra muy bonita y Zen. Comienza a presentarse y es como si estuviera viendo ASMR en vivo.

—Futuros astrónomos y astrólogos, para mi es un honor poderles instruir en el maravilloso universo de los cosmos. Me llamo Hero Shines y seré su profesor de astronomía durante su estancia en la universidad.— todos le damos la bienvenida y el comienza la clase.

—No se si lo sepan o no, pero la astronomía no es sólo de ver el espacio y sus elementos. Para entender al universo hay que ver dentro de uno mismo también. Quiero que se relajen y observen el cielo, cuando suene la alarma, escribirán lo que vieron y como lo relacionan con ustedes mismos—
El tiempo comienza.

—¿tienes alguna idea de lo que escribirás?— le pregunto a Asher que lo veo muy concentrado. —si...— me sonríe y me pongo nerviosa, su sonrisa es muy linda deja las hormonas Liv.
Solo lo reconozco, no significa nada más.

—Claro, algo con la Luna ¿no, lunático?— reímos y él asiente. —¿te acuerdas cuando te dije que le hablaba a la Luna?— como olvidar esa noche. BASTA OLIVIA.

Si, puedo recordar ese día con bastante claridad— río —bueno, pues para mi la luna es energía espiritual, su luz me llena y me siento más positivo y relajado.—
Jamás lo había pensado así.

—¿y tu? ¿Qué vas a poner?—
Ni idea.

Aún sigo pensando, de por si ya es raro en mi haberme inscrito en una clase de astronomía— se burla de mi.

—Vamos Liv, ¡debe de haber algo! Yo ya tengo una. Pero está en ti que lo veas— levanto una ceja a su comentario, no entiendo que es lo que ve en mi relacionado con el espacio. No encuentro nada.

—ah ¿si? ¿Qué es lo que ves?— abre su boca para hablar, noto su nerviosismo. La alarma del celular del profesor nos interrumpe.
Ay no. No encontré nada.

Espero hayan podido conectarse con ustedes mismos. Los que no, ya lo lograrán. Aquí no hay presiones.— vuelvo a respirar del alivio. De verdad que más que clase de astronomía parece clase de cuidar tu salud mental.

—Te dije que era la mejor clase del mundo— no lo voy a negar, no parece ni clase. Me siento en un lugar seguro.

—A continuación estudiaremos las estrellas— el techo de cierra dejando el observatorio en completa oscuridad. El proyector se prende y millones de estrellas se proyectan en todo el observatorio. Me quedo muda.

Hablándole a la Luna. Where stories live. Discover now