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Los chicos se encontraba corriendo entre los tejados como cualquier otro día, entrenando y cuidando la ciudad llena de luces, como era costumbre, decidieron reposar en un edificio cercano a su hogar y comer lo que más amaban mientras esperaban a sus dos amigos humanos. La noche era tranquila, claro, exceptuando el ruido constante de los automóviles y los vendedores callejeros, aún así, era tranquila y algo fría, simplemente un buen clima para poder estar tranquilo con tus hermanos en un tejado comiendo pizza. El sonido de tacones comenzó a escucharse llamando la atención de los chicos.

-¡Angelito!- Mikey fue el primero en ir directo a la chica para abrazarla y darle amor - Casey, hermano- saludo chocando los puños con el adulto.

-Hola chicos, ¿Cómo están?- April se estiró para después sentarse junto a Donnie en el suelo -Yo tuve un día cansado-

Leonardo miraba como la chica cerraba los ojos mientras Casey se sentaba a su lado y servía como soporte para April, simplemente sonrió y se sintió feliz por la pareja.

Si bien, anteriormente Leonardo había generado sentimientos por Casey, esto no le daba el derecho de separar a la pareja y mucho menos crear celos que son innecesarios tanto por su bien cómo el de otros.

-No hicimos nada, Nueva York parece estar tranquilo- Leo miro a sus hermanos, quienes después de las palabras de su hermano mayor asintieron y dijeron positivas.

-Ni un solo robo o asalto, nada, es como si los malos no existieran- Raphael decidió sentarse junto a su hermano menor de naranja.

-Bueno, eso habla bien, seguro tienen miedo de los justicieros nocturnos- Casey sonrió para mirar a sus chicos y ayudarles a elevar su orgullo.

Mikey quería comentar algo,al momento de abrir su boca para hablar, comenzaron a ser escuchados unos susurros.

-¡Ay!, ¡Cuidado estúpida!- el tono de burla se distinguió fácilmente de parte de lo que parecía ser una chica con voz neutral, una pequeña risa salió después del insulto sarcástico.

-¡Quita tu cola de mi cara, da cosquillas!- este comentario fue seguido por una risita chillona y dulce.

-Angélica, pisaste mi azucena- parecía decepcionada o triste aquella voz tranquila y relajada.

-Lo lamento- Una voz suave y madura respondió con remordimiento en la misma.

-¡Oh!, ¡Nos están viendo!- la voz infantil y chillona exclamó derrepente.

Para cuando los chicos quisieron ir a investigar al costado del edificio, no vieron a nadie, solo unos leves rastros de flores y plantas que quedaban pegados en la pared del edificio.

-Las flores no crecen aquí, ¿O si?,¿Nos estaban espiando?-

Mikey comenzó con la incógnita, mientras tanto, Donatello recogía lo que parecía ser los pétalos de una rosa, miro hacia los costados, es imposible que una rosa pudiera llegar tan alto.

-Al parecer, que raro, no siempre hay personas por los techos- Raphael se acercó a su hermano genio para ver aquello que tenía entre sus manos.

Donnie seguía examinando aquellos pétalos cuando de un momento a otro desapareció de sus manos.

-Okay, eso es algo nuevo, definitivamente diferente a lo que a sucedido antes-

April camino hacia los chicos y vio el lugar donde provenían las voces anteriormente, no vio nada, con algo de molestia y miedo decidió que sus chicos y novio estaban en peligro donde se encontraban, tal parece que su pareja entendió el semblante de la chica y decidió dar orden.

-Creo que deberíamos ir a la guarida, no me parece que sea seguro el que estén afuera-

Casey habló para comenzar a caminar y bajar de aquel edificio hacia la alcantarilla cercana, subió la tapadera y espero a los demás. Los chicos y April entraron, siendo Leo y Casey los últimos en ingresar a las alcantarillas.

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