𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐞𝐧 𝐠𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 (Frui/Shalt)

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Si Lui iba a jugar sucio, entonces se podía de a dos.

La semana continúa a aquella incómoda cena entre sus compañeros, fue más de lo mismo para ellos, con la ligera diferencia de que esta vez, Free se encargó de regresarle a Lui todas y cada una de sus trampas pasadas.

Ahora pasaba mucho tiempo con Shu. En las misiones de pareja, en los entrenamientos, en las batallas, incluso fuera del estadio, se les podía ver paseando juntos.

Todo para mantener esa fachada de mejores amigos que había creado.

A veces, Free intervenía para cambiar sitios con Valt, y poder estar cerca del albino, cosa que no molestaba únicamente al Aoi, sino también a Shirosagi, y dejaba un tanto inconformes a los otros que desafortunadamente tenían que abstenerse a las órdenes de Wakiya.

Free era la excepción, y siempre se aseguraba de que Lui presenciará cada uno de estos acercamientos, porque, si no lo haría reaccionar a la buena, entonces sería a su manera.

Por parte de Shirosagi, no sabía exactamente qué pensar. Conforme el tiempo transcurría aquella rutina se miraba tediosa y aburrida. No es que no disfrutará sus ratos con Drum, al contrario, prontamente adoraba pasar tiempo con ese pequeño que más que estudiante, era como un hermano menor para él. Sin embargo, también tenía sus necesidades, y de cierta parte, empezaba a extrañar mucho sus peleas comunes con Free.

A veces se maldecía por haber aceptado ese trato, y no seguir como siempre encontrándose con ese rubio de mala cara en medio del pasillo. No poder discutir por minutos que casi se volvían horas, y no ser ambos regañados y puestos a limpiar baños como castigo por Wakiya.

Y cuando esto pasaba, entonces rememoraba cuál era la razón principal de aquella loca aventura. La razón principal de porque esta vez había tomado una ruta distinta a la habitual.

En la que lo ignoraba para no pelear, y entonces, la tristeza y la necesidad de verlo creaban un bucle de desesperación en su ser, que sólo se volvía tenue, cuando sus manos se encontraban con el objeto que aún guardaba en sus bolsillos.

Lo que le había ayudado a mantener la calma hasta ese momento.

Incluso por sobre lo que Free estaba haciendo recientemente.

Siempre consideró a Shu un rival importante en el ámbito del beyblade. Un blader fuerte y capaz, ambicioso igual que todos, de frío calcular, pero ahora las cosas se habían distorsionado ligeramente.

Porque ahora el problema no era solamente por los combates, se había vuelto algo más personal, sin que Shu lo supiera.

No soportaba verle con Free, o que este se le acercará más de la cuenta, porque sí, el rubio solía ser así de atrevido. Shu realmente no le prestaba atención, pero Lui sí, y no sólo él, también Valt.

Y fue precisamente en una ocasión igual que Lui tuvo suficiente de aquello. Era una bomba de tiempo, un detonante que podría liberarse en cualquier momento, con una explosión brutal de ira que no sería buena para nadie.

Lui iba caminando por los pasillos del edificio, bebía agua con naturalidad, necesitaba refrescarse luego de la serie de batallas, todas reñidas, con Drum.

Andaba con tanta tranquilidad, que por poco no nota otras dos presencias que como siempre, se refugian cerca de la máquina expendedora, dónde inició su extravagante relación.

—Por eso te he dicho que tengas más cuidado, pareces niño pequeño, y si te lastimas, ¿A quién crees que le van a echar la culpa?—hablaba Shu, mientras picaba algunos botones para sacar algo de beber.