00; 3

439 44 4
                                    

—Hola, Lui.

El peli celeste suspiró con cierta frustración al encontrarse nuevamente con Free en el pasillo, justo cuando salía junto a su alumno para ir a comer juntos luego de entrenar un poco.

Su cínica sonrisa estaba golpeando a su orgullo en el punto más bajo, al menos así lo sentía Lui, y no le gustaba para nada.

—Hola, Free—habló, cuando se hubo girado para encarar al chico, y este amplió aquel siniestro dibujo, elevando las comisuras de sus labios, y alzándose un poco más en su sitio, queriendo parecer más imponente de lo que realmente era.

—Me preguntaba dónde estarías—comentó el rubio después, apuntando hacia su persona con uno de sus dedos—, eres tan insignificante que ni siquiera te noté…

Lui gruñó a lo bajo, mirándole como si quisiera matarlo ahí mismo.

Entonces, sintió un tirón en su brazo, y por reflejo desvió su mirada hacia a un lado, de donde provenía aquella fuerza externa. Y ahí estaba Drum, observándose suplicante.

"No deje que se meta en su cabeza"—rememoró, y manteniendo el contacto visual con él unos segundos, suspiró desistiendo de aquellos impulsos agresivos que habían tomado el control de su mente por unos instantes.

Además de que, como había dicho Koryu, recurrió a aquel objeto que le había dado con anterioridad. De solo recordarlo sus músculos se relajaron notablemente, y una ternura increíble pasó a drenar la maldad en su ser.

Que tampoco era mucha a decir verdad.

—Lo siento, Free, hoy no tengo tiempo para jugar contigo—soltó, haciéndole una seña al menor para que le siguiera y continuarán avanzando.

—¿Eh? —Free parpadeó extrañado un par de veces. Si se había ofendido o no, no lo hizo notorio porque luego, soltó una ligera carcajada en dirección de ambos—, ¿Por qué? ¿Te intimida?

Sin embargo, Shirosagui ya no le respondió. Continuó caminando con relativa tranquilidad por el corredor, sacando una sonrisita a Drum, ciertamente orgulloso.

Y cuando el más pequeño volteó un poco la cabeza hacia el rubio, pudo notar en él una mueca de fastidio absoluto, y todavía sonrió más satisfecho.

Definitivamente su convivencia le estaba afectando.

 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐞𝐧 𝐠𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 (Frui/Shalt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora