Los preparativos de la ceremonia de Antonio estaban en marcha con gente yendo y viniendo por todos lados, Luisa cargaba barriles de bebida para un lado, cajas con decoraciones para otro, sostenía y movía cada mueble, cada adorno y a cada persona que era necesario, sin poder parar ni por un mísero segundo, y cuando por fin pensó que estaba todo terminado y no tenía que trabajar más hasta la noche, vio a Camilo haciéndole señas para que lo siguiese.
-¿Qué quieres ahora? - preguntó al acercarse a él.
Pero Camilo le chistó para que guardase silencio y señaló hacia el bosque con la cabeza intentando ser discreto. Luisa siguió su indicación y miró al bosque, al principio no vio nada, pero de pronto un arbusto se movió y vio algo asomarse un poco por encima de él antes de salir corriendo hasta el siguiente arbusto.
-¿Es Mirabel? - susurró Luisa - ¿Qué hace aquí? ¿Habrá venido a vernos? ¿Habrá cambiado de opinión y querrá volver a casa?
-¿Crees que si quisiera volver a casa se escondería entre los arbustos? - respondió su primo.
-A lo mejor le da miedo como pueda reaccionar la gente...
Antes de que Luisa pudiera terminar la frase, Camilo corrió hacia el arbusto dónde se escondía ahora Mirabel y a ella no le quedó de otra más que seguirle para evitar que hiciese alguna estupidez. Él se acercó a ella por detrás, pero Mirabel no se dio cuenta, estaba mirando la casa, parecía concentrada, así que Camilo tocó su hombro para llamar su atención y ella se sobresaltó girando de un salto para verle de frente.
-¿Visitando a la familia? - comentó él burlonamente.
-No busco problemas - dijo ella.
-Yo tampoco - contestó Camilo - solo pensé que debía devolverte esto... - dijo mostrando el cuchillo que se le había caído a Mirabel en la mañana.
-Gracias - respondió corriendo a coger el cuchillo de cristal verde y guardarlo en su bolsa.
-¿Qué haces aquí? - preguntó Luisa.
-No es asunto vuestro
La respuesta de Mirabel molestó a Camilo y fue a responder con alguna impertinencia, pero Luisa lo detuvo.
-Tranquila, no le hemos dicho a nadie que te vimos. - dijo en un intento de calmar las aguas - Si necesitas cualquier cosa puedes decirlo.
-¿En serio? - preguntó Mirabel.
-Por supuesto.
-Yo... me gustaría... - Mirabel desvío la mirada intentando encontrar el valor para decirlo - quiero ver la ceremonia de Antonio.
-¿Y cuál es el problema? - preguntó Camilo - todo el mundo está invitado.
-¡Pues que no puedo dejar que nadie me vea! Se supone que estoy muerta ¿recuerdas? y así debe seguir siendo.
-¡oh! Entiendo - murmuró Luisa.
-Bueno... soy el maestro del disfraz - alardeó Camilo - creo que puedo conseguir que nadie te reconozca.
-¡Luisa! - se oyó un grito desde Casita - ¡Se te necesita por aquí!
-Tranquila, yo me encargo - le dijo Camilo a su prima.
Ella asintió y se marchó corriendo a hacer su trabajo.
-Bien, ¿y por qué quieres ir a la fiesta de mi hermanito? - preguntó él de pronto mirando a Mirabel.
-Eso no es asunto tuyo - respondió ella.
-Ya veo, - dijo y dio media vuelta para irse - iré a buscar algo para disfrazarte y que no te reconozcan, cuando vuelva me lo cuentas o no te ayudo.
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Esperando un Milagro
FanfictionTodo había salido mal desde la ceremonia de Mirabel y de mal solo había ido a peor. desencadenando en la muerte de la pequeña. Y en su momento más oscuro, los Madrigal esperaron otro milagro, esperaron que sucediese algo que trajera a Mirabel de vue...