Inmarcesible || Editando

● 𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗫𝗜𝗜 - 𝗗𝗼𝗹𝗼𝗿

La pareja de Nine y Joong había pasado los primeros días disfrutando de las cosas que les ofrecía el lugar, como las vistas preciosas que encontrabas al adentrarte en el bosque. Habían pasado y explorado tanto como podían, Joong era el que más feliz se veía descubriendo nuevas cosas siendo tan curioso cómo era todo eso le fascinaba y hacía que sus ojos obtuvieran un brillo particular que encantaba a su pareja que no podía sino ser feliz con solo verlo.

Nine y Joong despertaron muy tarde su primer día, pero lo suficientemente temprano para acercarse a los pequeños que correteaban y ver a Nanon disfrutar con ellos.

Joong se unió a los pequeños jugando con ellos y actuando como un cachorro más, Nine casi sentía que las lágrimas se escapaban de sus ojos al ver esa imagen tan dulce.

Ese día Perth había pasado a la casa de los chicos para invitarlos a recorrer el lugar y aprender un poco más sobre las manadas, su idea original era mostrarle y enseñarle a Gun más sobre sus costumbres y demás cosas, pero al parecer la parejita había salido muy temprano por la mañana, así que solo pudo invitar a Joong y Nine, quienes aceptaron gustosos.

La mañana fue tranquila, Perth solo pasaba por la manada a supervisar que todo estuviera en orden, como líder de la manada él debía verificar que cada integrante tenga lo que necesita para vivir de la mejor manera posible. Los jóvenes que lo acompañaban podían notar lo buen líder que era por como los miembros de su manada lo recibían y agradecían por todo lo que hacía. Durante ese recorrido habían escuchado un par de historias, gente que había vivido situaciones que parecían de película, que ni Joong ni Nine pensaban que aun sucedían, personas agradecidas por haber sido rescatadas de otras manadas donde se les trataba como objetos, entre otras cosas.

—Cosas horribles pasan en todas partes, pero es más común escuchar historias de ese tipo cuando estas en una manada, ya que toda la gente rechazada termina refugiándose en estos lugares aunque también a veces se escucha más porque en algunas manadas las reglas de la sociedad como la conocen no existen, los derechos que todos deberíamos poseer no aplican para todos y como se sienten impunes cometen las peores cosas, en ocasiones creyendo que no han hecho nada malo... –habló Talay mientras caminaba al lado de la pareja y Perth terminaba de despedirse de una joven que al parecer no tenía mucho tiempo de llegar a esa manada, aun se veía débil y con la mirada triste.

—Es lindo vivir en una manada, hay muchas cosas positivas, pero también cosas que te llenan de impotencia, solo el porque Perth y yo estamos aquí, él porque es un líder siendo tan joven...

Soltó Talay con una expresión que los jóvenes no pudieron descifrar, expresión que cambio en cuestión de segundos y volvió a colocar una sonrisa sutil mientras veía a su pareja regresar a su lado.

Siguieron con el recorrido hasta terminar en el espacio en el bosque donde entrenaban los pequeños a transformarse. Joong tomó ese momento para pedir consejos a Perth y a los otros entrenadores, así que termino bajando hacia donde estaban los pequeños y correteando con ellos

Por su parte, Nine lo observaba sentado a la sombra de un árbol junto a Talay.

—Será un buen padre —una voz se escuchó desde atrás de Nine sorprendiéndolo y avergonzándolo.

El chico que habló soltó una risita.

—¿No lo crees? Se lleva muy bien con los niños, ellos parecen amarlo –agregó mientras veía a Joong jugar con los pequeños que lo perseguían mientras reian.

Nine guardo silencio un segundo, mientras veía la sonrisa juguetona de su acompañante, sabía que estaba molestándolo, sonrió y volvió su vista a Joong, pensó que en verdad sería algo lindo. Nine en realidad no había pensado mucho en su futuro, mucho menos en ese futuro con una familia, aun eran jóvenes y estaban muy concentrados en sus estudios, así que todo eso no era algo que ocupara su mente, sin embargo, en ese momento, lejos de todo el estrés y preocupaciones, en medio del bosque y viendo a Joong entre aquellos cachorros, no podía mentirse, su corazón se apretujaba en su pecho viendo la escena, deseando de pronto tener ese tipo de futuro junto a su novio... Ese pensamiento feliz se disipo en un segundo, la expresión suave de Nine se contrajo, sus ojos se cristalizaron porque la realidad le había golpeado tan pronto como aquel pensamiento dulce había llegado. Incluso si ellos quisieran tener hijos, era poco probable que sucediera porque Joong era Beta y él un omega.