● 𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗩𝗜 - 𝗘𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼

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La luz pegaba directamente en el rostro del joven Atthapan, quien se removió en su lugar tratando de evitar los rayos del sol. Con molestia abrió los ojos, observando las paredes blancas y la enorme cama. Recordó entonces que no estaba en su propio departamento, se escondió entre las cobijas, quería ocultar la sonrisa tonta que ponía cuando pensaba en que había encontrado a su destinado, a un hombre que era más que perfecto para él.

Habían pasado un par de semanas, él y Off habían pasado todo el tiempo que podían juntos y Gun se encontraba ya, casi, perdidamente enamorado. Había aprendido mucho de su, ahora, pareja, cosas como que: era amable, trabajador, quizá algo demasiado recto, de buenos modales, dulce a su manera, también algo travieso en ocasiones. 

En realidad, sus personalidades podían chocar muchas veces, pero no en cosas graves, solo era que Gun era más abierto en cuanto al contacto físico, también le gustaba mucho salir de noche y demás cosas que a Off no, pero se sobrellevaban con facilidad esas diferencias. Además siempre alguien tiene que ceder, en este caso, Off era quien mayormente cedía a los encantos de Atthaphan.

—Hola, buenos días –saludó Gun al entrar a la cocina viendo como Off preparaba el desayuno.

—Buenos días ¿dormiste bien? –saludó acercándose con una leve sonrisa que encantaba al contrario.

—Sí, siempre duermo bien contigo –comentó de forma divertida y pasando a abrazar al más alto.

Off despeinó a Gun sonriendo con aquel comentario.

—Entonces, sería buena idea que te quedaras de forma permanente conmigo ¿no crees?

Fue un comentario al aire, dicho con diversión, pero hizo que el corazón del más bajo se detuviera por unos segundos, no podía evitarlo, la idea le gustaba, pero no sabía si estaba dispuesto a eso ahora.

—Hey, era broma, no tienes que preocuparte por eso –agregó con rapidez cuando sintió a Gun tensarse entre sus brazos.

—Lo siento –dijo el más pequeño escondiendo su rostro en el pecho de su pareja.

—No, quizá no fue un comentario adecuado, yo tampoco creo que sea momento para vivir juntos, solo fue algo tonto.

Se separaron y Gun hizo un puchero a lo que Off contestó dejando un pico en sus labios. Ambos volvieron a sonreír y el ambiente se relajo de forma inmediata. Sabían que no era un problema, aunque el sentimiento de incomodidad por la reacción de Gun se quedara en Off.

Continuaron con el desayuno hasta que el celular de Gun sonó.

—Hola Nanon –contestó después de confirmar quien llamaba.

—Gun, yo... necesito que nos veamos, quiero que me ayudes a confirmar algo –habló el contrario con rapidez, podía escucharse también cierta desesperación que alarmó a Gun.

—Claro, claro, pero ¿Qué pasó?

—Solo veámonos en la cafetería, en una hora ¿puedes?

—Si claro.

Entonces cortó la llamada dejando a Gun confundido, pero que inmediatamente se dirigió a arreglarse para salir.

Off se sintió confundido, sabía quien era la persona que llamaba, peor no supo para que y no pudo preguntar ya que el más joven salió con rapidez apenas despidiéndose de él.

Off se sintió confundido, sabía quien era la persona que llamaba, peor no supo para que y no pudo preguntar ya que el más joven salió con rapidez apenas despidiéndose de él

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Nanon se encontraba esperando en la cafetería, estaba nervioso y podía notarse en la manera que movía su pierna sin parar. 

A decir verdad, se sentía pésimo, y solo empeoraba cuando sentía su celular vibrar con mensajes de su pareja, mensajes que había dejado de contestar desde el día anterior. EL joven Korapat no sabía que más hacer, solo ver ese nombre en la pantalla le hacía sentir, de alguna forma, culpable.

Cuando la puerta de la cafetería se abrió y dejo ver a su amigo, Nanon sintió un poco de alivió.

—¡Hola! –saludó de forma animada Gun, pero no fue correspondido. No se sintió mal por ello, estaba más preocupado por el semblante sombrío del contrario. –¿Qué sucedió? Te ves muy mal.

Nanon suspiró y dejó caer sus hombros.

—Yo pensé que sería fácil, pero creo que lo subestimé. –Gun no entendía nada, pero le animó a continuar. –Quiero decir, yo no esperaba que esto me pasara, pero aquí estoy ahora y no sé que hacer.

—Ya, pero ¿Qué pasó? –insistió Gun un poco desesperado por no entender.

—Gun, yo creo que he conocido a mi destinado.

Atthaphan abrió los ojos de par en par y en ese momento agradeció aun no haber pedido nada. Aquello le había dejado en shock, porque era verdad que él tampoco esperaba que Nanon conociera a su destinado, no lo esperaban y tampoco lo querían, cualquier persona podía decir, de solo verlo, que Nanon estaba más que feliz con su actual pareja.

—Lo conocí ayer, lo vi y...

—El mundo se detuvo, tu corazón latió con tanta fuerza que temiste que se saliera de tu pecho, por un momento solo fueron ustedes dos mirándose a los ojos, sintiendo todo y nada a la vez –completó Gun. Podía decirlo porque lo había sentido y para él había sido un momento perfecto, pero para su amigo...

—Se sintió incorrecto. –Nanon apretó los labios y frunció el ceño con molestia.

—Lo supongo, él no es la persona que elegiste.

—No, no lo es, pero siento todas esas cosas, todo esto que no viene de mi sino del animal que vive dentro de mi y lo odio.

Gun se sintió horrible al escuchar esas palabras y ver a su amigo casi llorando, con su voz apunto de quebrarse, casi podía sentir el odio del que hablaba, eso mataba a Gun porque hablaba de su animal de esa forma.

—No, no hables de esa forma, yo sé que no tienes una gran conexión con tu Ligre, pero no tienes porque hablar de esa forma –pidió con calma, tratando de no exaltarse pues su amigo lo menos que necesitaba era que él le gritara.

—Discúlpame, pero este no es un momento en que pueda pensar en lo que estoy diciendo, no cuando mi animal esta tratando de hacerme ir a buscar a esa otra persona porque quiere que este con él aunque yo no lo desee.

—Mira, tu siempre dijiste que esto lo sobrellavarías con Ohm ¿ya se lo dijiste? He podido ver como tu teléfono no para de sonar y la manera nerviosa con la que lo observas y te estremeces cada que lo hace, así que puedo decir que no se lo has dicho, recuerda que Ohm viene de una manada, él puede ayudarte a entender lo que sucede y a sobrellevarlo.

Nanon bajó la mirada, a su ligre no le gustaba eso, no le gustaba escuchar a Gun hablarle con dureza, hería su orgullo como Alfa, pero para Nanon eso era algo bueno, pues nadie le decía las cosas de mejor manera.

—Me siento culpable por tener sentimientos por alguien más.

—No sientes nada, estas siendo manipulado ¿no lo dijiste tú?

Otra oración que daba justo en el punto.

—Ohm entenderá que no es culpa tuya, todo puede tener una solución, yo lo sé pero no soy yo quien debe darte las respuestas.

Dicho eso Gun se levantó, pidió un café para llevar y se marchó del lugar dejando a Nanon solo con sus pensamientos. 

Inmarcesible || EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora