𝐋a 𝐇ija 𝐃e 𝐊akucho. [𝐁onten]

🐇;; OO4

La pequeña había cumplido 8 meses recientemente, en esos meses tuvo unas etapas normales que Bonten tuvo que lidiar.

La dependencia emocional de los niños hacía su familia, ver crecer las pequeñas muelas de la menor.

Aparte de llamarla ❝La enamorada❞ era llamada también ❝Vampirita❞ ¿por qué?

Normalmente las primeras muelas de los bebés nacen como la de un conejo pero en cambio "___" las tuvo cómo una vampira.

Al principio estában confundidos sobre esto, pensaron que era algo malo pero el doctor les había dicho que no importase dónde comenzaran a crecer los dientes era totalmente normal.

"___" siguió su crecimiento cómo una niña saludable, hermosa y encantadora.

Sus risas se escuchaban por toda la mansión alegrando un poco a Bonten.

Siguiente etapa: Dar sus pequeños pasos.

¿Me dirían loca si les dijera que los demás esperaban con ansias esa etapa?, ellos anhelaba verla caminar, sus pequeños pasos por toda la mansión.

— MIRA MIRA. — Dijo ran rápidamente al ver la pequeña en la mesa apoyándose para pararse; estos dejaron de hacer lo que hacían para posar su mirada de entusiasmo hacía la menor. — Joder "___", no eh esperado esto por las puras.

— Vamos reina, tu puedes. — Chilló kokonoi mientras sacaba un fajo de dinero. — Si das 2 pasos juró comprarte lo que quieras.

— No la presionen, se pone nerviosa y no hace nada. — Murmuró takeomi, no dijeron nada pero sus miradas seguían ahí, esperando esos pasos. —

"___" se paró y todos quedaron boquiabierta, parecían unos idiotas, ¿quién no ah visto a un niño/a pararse?, ellos.

Estaban llorando con tan solo verla pararse, la menor se tambaleó con cuidado y dio su primer paso, aguantando los gritos para no asustarla esperaron el siguiente paso pero está simplemente cayo de trasero.

— qksjdqkjsa — Balbuceo "___" aplaudiendo divertida. —

— JODER QUE BUENA "___". — Gritó rindō inesperadamente haciendo que está riera aún más cómo si entendiera las palabras de su tío. —

Kokonoi no tuvo lo que quería pero al menos dio un paso, comenzó a golpear la mesa con el dinero con felicidad.

Kakucho sonreía mirando enternecido a su pequeña niña, el quería que ella se quedará así, pero sabía que en cualquier momento ella crecería, se case y tenga hijos.

Un codazo en su brazo lo sacó de sus pensamientos, era Mikey, tenía una sonrisa burlona después de años.

— Se lo que piensas. — Habló mirando a "___". — Nadie quiere eso, creo que si pudiéramos la encerrariamos en un cuarto, dónde nada malo le pudiera pasar.