Girl Crush | Naruto Fanfic [+18]

Prólogo.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

No sabía exactamente como fue que llegaron a ese punto, hace sólo dos semanas había encontrado a su, ahora ex prometido, teniendo sexo con una de sus mejores amigas, y aunque ella intentó perdonarlo para no romper sus planes de boda, él no aceptó. Para fortuna de su amiga, y su propia mala suerte, Hinata estaba embarazada.

No debía pensar mucho para entender porque él rompió su compromiso, su mejor amiga resultó ser más inteligente de lo que esperaba, había seducido a su prometido y se embarazó con el propósito de impedirle escapar. El único plan que funcionó fue el de su amiga, no el de ella. Hace una semana y media rompieron su compromiso, al pasar unos días Hiashi Hyūga anuncio el nuevo compromiso de su primogénita, siendo que la boda se realizaría en un mes. Por si eso no fuera poco, el padre de Hinata se encargó de que la prensa la haga ver cómo la villana del cuento, cuando en realidad era a ella a quien le robaban su boda. Estaba harta de que todos los que decían ser sus amigos giraban a verla con desdén y aprovechaban la oportunidad de burlarse de ella o insultarla por pretender robar al novio de su amiga.

No creía que Hinata sea la responsable de todas esas noticias falsas, sabía que el único que probablemente la odiaba en esa familia era el padre de su amiga, pero como a él no se podría enfrentar, estaba decidida a hacerle frente a Hinata. Quizá era lo mejor, Hinata era la responsable de su infelicidad, y es quien debía responder por todo lo malo que ahora le estaba sucediendo. Habían pasado dos semanas sin hablarse, pero era momento de verse frente a frente y hablar como siempre debieron hacerlo.

Sakura fue recibida en la empresa de su ex prometido, había mentido diciendo que iba a ver a otro de los socios, aunque no fue como si a las secretarias de verdad les importe. Con su tarjeta de autorización en mano, Sakura se aventuró por el gran edificio y tomó el elevador para ir directo al último piso. La luz de la luna que entraba por las ventanas y el poco personal dentro de la empresa le hizo tener cierto déjà vu, justamente así fue el día en que quiso darle una sorpresa a su prometido, aunque terminó siendo ella la sorprendida. Recordaba a la perfección los suaves gemidos de su amiga, también los sonidos roncos de él y las palabras bonitas que le dedicaba. Se sintió mareada antes de seguir caminando, y culpando al pequeño viaje en el elevador, Sakura se obligó a mantener la compostura y seguir aparentando ser la mujer fuerte de siempre.

Al acercarse al pasillo principal de esa planta, logró ver a su mejor amiga, los empleados recibían sus órdenes y lentamente se iban después de sonreírle. Sakura apretó sus manos debido a esa escena, a ella nunca la habían tratado con tanto respeto como lo hacían con su amiga. Se quedó un momento de pie, simplemente se limitaba a observar a la mujer que le robó a la persona que amaba, la verdad es que daba la impresión de no estar embarazada. Su cuerpo seguía siendo delgado, tal vez una ilusión de la blusa holgada que llevaba puesta ese día, su pantalón de vestir y los tacones altos le hacían lucir unas piernas más largas y estilizadas, a Sakura no le pareció correcto que una chica con sus primeros meses de embarazo utilice unas zapatillas tan altas, y al imaginar que Hinata mentía con lo de su embarazo le hizo enfurecer más.

Caminó los pasos que le faltaban para llegar a ella, y con lo fuerte que sonaban sus tacones en la cerámica, tanto Hinata como otros de los empleados se dieron la vuelta para verla. Sakura pronto se convirtió en el centro de atención, algunos de los empleados más leales a su amiga se acercaron a ella para tratar de defenderla, aunque Hinata se limitó a hacer un gesto de mano con la intención de que no interfieran. La Haruno no entendió si Hinata lo hizo a propósito o no, pero aún así, su amiga posicionó una mano sobre su vientre, en su rostro rápidamente se reflejó una mueca de dolor.