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𝑩𝒂𝒔𝒆𝒅 𝒐𝒏: One Shot 31 del libro de Motley Crue, podés leerlo para tener más ritmo de lo que sucede aquí.

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Su teléfono sonó, sacándola de aquel profundo sueño en el que de encontraba, se arrastró de entre las sábanas de la gran cama king size de la habitación de aquel hotel y estirando su mano aún adormilada, logró atender el teléfono.

—¿Quién habla? — preguntó con la voz ronca, apartándose el cabello del rostro y sentándose en la cama, bostezando.

—¡Todas las malditas fotos están en las revistas! — exclamó Mick notoriamente molesto.

Alessia sonrió entendiendo a que se refería, mordiendo su labio suavemente y jugueteando con un mechón de su despeinado cabello, soltando un leve suspiro.

—Mick querido, no le molesta a Vince tener una distinta cada noche, ¿Porqué a ti te molestaría estar conmigo una noche? — preguntó Alessia levantándose de la cama, soltando una carcajada.

Mick suspiró. —No soy el puto Vince, así que más te vale arreglar esto.

Después de aquella amenaza cortó la llamada, estaba molesto pues los rumores que en las revistas estaban plasmados no eran nada simpáticos, muchos criticando y especulando cosas que para Mick no tenían mucho sentido. Aunque no podía negar, aquella pelirroja de mirada oscura lo traía loco, tanto a él como a muchos otros que la habían probado anteriormente.

Pero, ¿Sería él quien se quede con ella?

Para Mick eso era una pregunta difícil de responder, pero para Alessia las respuestas sobraban y en todas estaban el nombre del guitarrista plasmado.

—¿Irás a verla? — preguntó Vince levantando la mirada de la revista que estaba viendo, riendo.

Mick levantó un hombro. —Y si lo hago eso a ti no te debe de afectar.

Vince soltó una carcajada. — Según Sixxie y Tommy esa chica es una maravilla, lo he escuchado de muchos.

—Si, aunque no creo que llegues a tenerla. — respondió serio, levantándose del sofá con su chaqueta de cuero en mano. —Es mucho para ti, ¿Sabes?

Vince sabía que le había molestado el comentario, pero en lo más mínimo le afectaba, pues el vocalista sabía que él podía tener a Alessia cuando quisiese y en el momento que fuese. Aunque quizá, solo esté un poco equivocado.

En la ciudad, aquella chica de buen cuerpo y cabello despeinado yacía paseándose intentando conseguir las revistas, encontrándose con muchos que le sonreían al verla y otros que la veían relativamente mal, después de todo, ¿Qué malo puede pasar?

La portada de una de las revisitas era una de las tantas fotografías tomadas; ella del brazo de Mick con una sonrisa pícara y el guitarrista con una mirada seria, viendo directamente hacia una de las cámaras.

—¿Arreglarás esto? — preguntó Mick viéndola mal, señalando la portada.

Alessia sonrió. —¿Porqué te afecta? Si no te afectan cosas peores, ¿Porqué esto si?

—Nos están comiendo vivos. — respondió Mick cruzándose de brazos, encendiendo un cigarro. —No me parece justo, y lo digo por ti, no por mi.

—Buen provecho a esos que nos están comiendo, entonces. — respondió haciendo un rollo la revista y dándome un suave golpe en el hombro.

Pasó de alto caminando, moviendo levemente sus caderas de un lado hacia otro con la mirada contra el suelo y un cigarro a medio acabar entre sus labios. Podía escuchar el paso apresurado de Mick detrás de ella, finalmente alcanzándola.

Con fuerza la agarró de la cintura, viéndola de forma demandante a los ojos. —Eres una perra.

Alessia le agarró del cuello de la camisa, sonriendo suavemente para finalizar aquel encuentro con un beso que Mars correspondió en su totalidad, apartándose de un suave empujonazo que la dejó sonriendo satisfecha del resultado.

—Tanto te quejas y tus besos y tu mirada dice todo lo contrario. — comentó Alessia riendo, viéndose las miradas. —No te entiendo, enserio.

𝑴𝒊𝒅𝒅𝒍𝒆 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝑵𝒊𝒈𝒉𝒕// 𝑴𝒊𝒄𝒌 𝑴𝒂𝒓𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora