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Marian

— Serás nuestra invitada especial —dijo Renata, entregándome la hermosa invitación para su boda.

— Gracias, Reni.

— Ay, corazón, espero verte allí —añadió con la voz entrecortada—. Sé que han pasado ya varios meses, también sé que esos sentimientos siguen ahí, clavados en tu corazón, igual que en el de mi hermano.

— Mis sentimientos por él nunca cambiarán. Lo amo con todo mi corazón.

— Últimamente lo veo muy animado.

Mi corazón dio un vuelco al imaginarme que quizás él estaría tan animado por alguien más.

— ¿Crees que sea otra chica? —pregunté.

— Lo dudo, no tiene ojos para las demás —me guiñó un ojo—. Además, Ethel y yo no se lo permitiríamos.

Sonreí, formando una mueca.

— Tu hermano me tiene loca.

Renata rió.

— No solo a ti, también a las aficionadas del Club Santos. No tienes idea de cuántas chicas le escriben a diario por Instagram...

En ese momento, una voz familiar interrumpió la conversación.

— ¿Con quién hablas, Renata?

Era él. Carlos apareció en el marco de la puerta.
Mi corazón dio un vuelco, como si fuera a escapar de mi pecho. Palpitaba tan rápido que casi no podía respirar.

— Ho-hola, Mar —titubeó, mirándome de pies a cabeza.

Probablemente le había sorprendido verme así, o tal
vez era mi atuendo. Llevaba un top de tela transparente color negro y una falda muy corta, que se ceñía a mis muslos.

— Te ves muy bien. —comentó sin pensarlo.

— Hola, gracias.

— Me alegro mucho de verte. Me gustaría hablar contigo.

— A mí también me encantaría.

— ¿Nos vemos en mi departamento a las 8:30?

— Nos vemos allí, Carlos.

Ir al departamento de Carlos era una tentación que no podía resistir. Necesitaba sentirlo cerca, necesitaba su cálida piel, sus ardientes labios.
Por otra parte, los nervios me invadían por completo. Me aterraba que, al final, todo esto no fuera más que una ilusión y que lo nuestro tuviera un fin definitivo.
Carlos se dio la media vuelta, pero no sin antes despedirse con un cálido beso en la mejilla.
Nunca podría superar a Carlos Acevedo.

Creo en ti - Carlos AcevedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora