Desahogo ✧[Katsudeku]✧

Capitulo único.

Entonces, cuando comenzaba a escribir todo lo que habia sentido durante días, lloró.

Cada lágrima era una palabra, palabras que se deslizaban por sus redondas y pecosas mejillas, se sentía tan... Cansado; Su cuerpo, su aura, su alma y su existir se sentían demasiado pesados, ya no podía más, se sentía vacío.

Tenía ganas de huir, pero ¿A donde iría? si en cuanto pusiera un pie fuera del establecimiento lo irían a buscar rápidamente, no podía hacer nada, nada más que llorar y seguir llorando.

Mirando su libreta con algunos escritos y un par de gotas de sus lágrimas, sin distinguir ninguna letra seguía y seguía llorando.

"Insuficiente."

"Patético."

"Débil."

"Bueno para nada."

"Llorón."

"Inútil."

"Estúpido."

Palabras como estas se repetían una y otra vez en su cabeza, dando vueltas y vueltas. Tantas vueltas que se empezó a marear.

"¿Marear? ¿Por qué?"

Entonces, en cuanto se hizo inconscientemente esa pregunta, se le comenzó a apretar el pecho.

Llevó ambas manos hacia su pecho, sintiendo un dolor completamente molesto en esa zona.

Le empezó a faltar el aire.

Tenía ganas de cubrirse con algo por el frío que comenzó a sentir todo su cuerpo.

"¿Por qué me siento así?"

Comenzó a hiperventilarse, puso una de sus manos en su boca haciendo un inútil intento de que el aire que habia en sus pulmones se quedase dentro de si mismo.

Cayó de la silla en donde estaba sentado. Llevándose varias cosas que estaban encima de su escritorio al suelo junto a él.

Su mano que estaba anteriormente en su pecho, fue a su pierna y la comenzó a golpear, los golpes comenzaron leves, pero pasando los segundos se hicieron mucho mas constantes y más fuertes.

¿El porque hacía eso? Para distraer el dolor emocional que traía consigo hace días,  semanas y meses.

Su respiración se aceleró aún más, haciéndose mas fuertes y convirtiendose en quejidos muy audibles.

¿Se estaba ahogando? Detuvo sus constantes golpes en su pierna izquierda para llevar su dos manos a su polera azul, tirando de esta como si no lo dejara respirar.

¿Qué es esta sensación tan brusca y terrible que sentía? Es como si estuvieran atacando su cuerpo poco a poco. Parecía una tortura lo que estaba viviendo justo en ese momento.

Y entonces se disparó un pitido en ambos oídos, causándole un dolor aún más insoportable.

comenzó a golpear su cabeza, como si esto fuese a detener sus dolores más profundos.

—Por favor.— Sus labios formularon, su voz apenas y si salía de su garganta. —Por favor, alguien...

...

No podía.

Su voz no era lo suficiente fuerte.

"Ni él tampoco lo era" La voz de sus adentros habló.

Él no quería eso.

Quería que esto parara.

...

El pitido comenzó a hacerse más fuerte.