Libros.

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Lobos.

Eso era lo que recordaba.

Lobos después de que hubiera perdido el control y asustado a la rubia.

Sangre.

Le había ordenado a Adora que se fuera de su castillo pero en el momento en que su mente se despejó y el olor a sangre se fué pensó con claridad lo que había dicho y supo lo estúpida que había sido.

No, no, no, no...

¡No podía irse ahora!

Ya había anochecido y si los lobos la veían no iba a poder escapar.

Los lobos siempre estaban en manada, ni siquiera ella se metía con ellos cuándo la bestia le exigía cazar.

Nunca los había enfrentado excepto ahora.

En el momento en que recobró sus sentidos salió disparada de la habitación para ir tras ella.

Recordaba sus ojos azules con miedo.

Entonces cayó al suelo y todo se volvió borroso.

Un recuerdo vago de ella entrando al castillo siendo cargada por la rubia es lo único que recuerda antes de perder el conocimiento por completo.

🌹🌹🌹

Catra despertó en su cama quién sabe qué tanto tiempo después.

Sus párpados pesaban y no podía moverse, todo el cuerpo le dolía.

Había otra cosa que la desconcertaba, sentía las sábanas de su cama pero no se sentía como su habitación.
Era más cálido y... Bueno, el aire era menos pesado.

Escuchó unas voces hablando, rápidamente las reconoció a Adora y Doppler teniendo una conversación sobre ella.

- ¿Hace cuánto tiempo no encendía la chimenea?

- Rubia, yo ni siquiera sabía que tenía chimenea.

Catra abrió lentamente los ojos, Adora estaba sentada al lado de ella volteando hacia el espejo dónde Doppler le estaba contando que no recordaba una sola vez que Catra hubiera limpiado su cuarto en los últimos 5 años.
Catra miró al rededor de su habitación, el piso estaba limpio y la chimenea estaba encendida, y algo más llamó su atención, la ventana ya no tenía madera, sino que había vuelto a tener un vidrio, el cuál parecía estar hecho con pedazos de distintos colores.

Su habitación estaba iluminada otra vez y olía a té.

Catra intentó moverse pero todo dolía.

El cansancio después de que la bestia aparecía más el dolor de la mordedura en su hombro y una posible fiebre no ayudaban en nada.
No sabía bien qué cosa dolía más.

- Miren quién despertó - Doppler le sonrió y Adora en seguida volteó a verla - Nos tenías preocupados, gatita.

La rubia se acercó a ella y la miró con sus grandes ojos azules llenos de preocupación.

- ¿Estás bien?

- Sí - Respondió con un quejido, intentando enderezarse.

Adora la ayudó para que lograra sentarse.
Con cuidado la rubia acomodó sus almohadas para que se recargara en ellas pero Catra no lo hizo.

La morena observó su propio cuerpo, su ropa estaba rasgada, pero había vendas en sus brazos y hombro dónde habían estado las mordidas y marcas que le habían dejado los lobos.
Incluyendo una venda al rededor de su estómago que se podía ver a través de su blusa rasgada.

La bella y la bestia (Catradora AU) 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora