El caballero rubio ☆Jasper Hale☆ (completa)

Yendo al castillo

Después de varias clases estaba en el aparcamiento esperándole hasta que le veo junto sus hermanos
Ya estoy aquí, ¿vamos? -me ofrece a lo que yo asenti. Subimos al coche y me llevó hasta el bosque-
Espero que no seas un asesino en serie que me quiere matar -bromeo ligeramente viéndole negar con la cabeza pero siendo interrumpido por su propia risa al verme abrir la  boca tras ver la enorme casa-
Santa m... -comienzo pero él ya me estaba abriendo la puerta y extendiéndome la mano para salir. Agarré su mano pero no la solté ya que sentí una comodidad de lo más satisfactoria. Entramos a su casa y vi a toda su familia sentada por la cocina y el salón-
Bienvenida, Pitufo -saluda Emmett levantándose para abrazarme por los aires-
Qué bienvenida tan gratuita -rio levemente al igual que él mientras volvía al suelo-
Hola, Betty. Soy Alice -se presenta la chica del pelo corto abrazándome-
Encantada de conocerte, Alice. Me encanta tu vestido -le halago sonriendo al ver su atuendo-
Gracias, es de una tienda cercana al instituto -me explica volviendo a su asiento-
Soy Edward -continua el otro chico por lo que asentí con la cabeza estrechando su mano-
¿Tu debes de ser Rosalie, verdad? -señalo con seguridad ella consiguiendo que ella asistiera con la cabeza-
Esa soy yo. Jasper nos ha hablado bien de ti, espero que esas cosas sean verdad -me dice la rubia, me extrañé un poco pero luego asentí sin saber muy bien que decir-
Hola, cariño. Soy Esme -saluda la mujer de pelo marrón-
Encantada de conocerla, soy Betty como has podido escuchar -le digo sonriendo-
Yo soy Carlisle,  encantado de verte -me dice el rubio y guapísimo hombre-
Sí nos disculpan, vamos a subir a hacer el trabajo -les interrumpe Jasper, me miró y le seguí por las escaleras viendo un gran cuadro con gorros de graduación-
Vuestra familia no suele graduarse, ¿no? -le digo con ironía aún siguiéndole. Él abrió la puerta y sonreí impresionada al ver su habitación: paredes blancas, un gran ventanal, un sillón gris, varias estanterías llenas de libros, un escritorio y una pared con CD's- que me mude a tu casa, dice
No te creas -niega él sonriendo sentándose en el sillón-
Las vistas son espectaculares -confieso mirando por última vez la ventana antes de sentarme a su lado-
Es lo mejor de este cuarto -está de acuerdo conmigo. Nos quedamos durante horas hablando y terminando el trabajo hasta que por fin terminamos pero era bastante tarde-
Por fin la tortura termino. Debería de ir a casa antes de que mi prima llame al FBI -le advierto sonriendo divertida-
Claro, vamos, te llevo -se ofrece Jasper. Nos despedimos de su familia y fuimos de camino a casa. Entré a casa pero grité al ver a dos extraños y a mi prima sentada mirándolos con rabia-
No deberías de chillar, niña. Siéntate a su lado o la mato -me advierte el ladrón. ¿A qué imbéciles se les ocurre robar en un pueblo tan pequeño?. Hice lo que me dijeron y me abracé a Aidana pero cómo no, ella tenía que hacer algo estúpido y ellos se dieron cuenta. Le fueron a pegar pero justo apareció Jasper y se tiró encima de ellos junto a Emmett. Aidana me abrazaba más fuerte y me di cuenta de que Emmett nos estaba acompañando al coche. Él y Aidana subieron delante y Jasper detrás conmigo, no se cómo los mató ni por qué sus ojos eran rojos pero me abracé a él sintiendo cómo se dejaba de tensar y me abrazaba-
Lo siento... -susurra él provocando que le mirase a los ojos pero poco a poco bajando la mirada hasta dar con sus labios cubiertos de sangre- sé que tienes miedo. Lo siento de verdad...
No, no... solo quiero alejarme de aquí -le pido con voz temblorosa. Ya se empezaban a poner las cosas raras pero seguía sintiendo confianza en él- pero necesito que me prometa algo... confía en mi... necesito saber la verdad para poder mentirle a los policías... ¿sois unos ninjas? ¿sois algún tipo de superheroe?
Son ideas muy raras. Ni te acercas -niega Emmett aún conduciendo y calmando a Aidana-
Solo os pido eso, confianza. Sé que no nos conocemos pero no creo que lo que acabo de ver sea muy normal... -continuo de los nervios sintiendo mi cuerpo volviendo a tensarse-
El problema es que nuestro secreto no cae solo en nosotros -niega Jasper, parecía más tranquilo ahora que mi mano reposaba sobre la suya-
No se lo contaremos a nadie. No puede ser muy malo -le resta importancia Aidana mientras llegábamos a la casa Cullen. Todo es muy raro, es como si ahora mismo no hubiera pasado nada-
¿No os habéis dado cuenta ya? Estoy seguro de que actuamos mal -nos dice Emmett a lo que niego con la cabeza-
¿Es algo sobre natural, no? -me aventurero a preguntar tomándome su silencio como un sí. Traté de recordar Harry Potter y todas las demás cosas sobrenaturales que he visto. Y por una vez en la vida, mis frikadas ayudaron-
¿Sois chupasangres? -pregunto después de volver al mundo-
Sí, vampiros -afirma Jasper. Aidana y yo nos miramos y empezamos ahora reírnos a plena carcajada limpia pero al ver que ellos no reían nos callamos de golpe-
¿Qué? Esas cosas no existen -niega Aidana tratando de controlarse de nuevo-
¿Lo de esta noche no quedo claro?  -nos recuerda Jasper. Ella y yo nos miramos y nos entendimos al instante rompiendo a reír de nuevo-
¿Os convertís en murciélagos? -recuerda Aidana haciendo que Emmett se uniera a las carcajadas-
Por favor, le decimos esto, ¿y esto es lo único que decís? -pide Jasper mientras empezábamos a subir de nuevo las escaleras de la casa-
Es mejor tomárselo así que chillar, huir o decírselo a alguien -me encojo de hombros-
¿Por qué os lo tomáis tan tranquilas? Os podríamos matar -nos recuerda Edward metiéndose en la conversación-
En estos dos días no lo han hecho. Son suficientes para saber que no me vas a hincar los colmillos al cuello -le resto importancia girando un momento en las escaleras para verlos-
En parte me alegro de que lo sepáis, pero tened cuidado y no se lo digáis a nadie -nos pide Esme. La abrazo y asiento con la cabeza prometiendo en silencio-
Bueno, no se porque no me asusta.... pero tengo sueño -señala mi prima-
Claro, vengan a mi habitación. Hay camas de más -ofrece Alice más que encantada. Tiró de nuestras manos y nos prestó unos pijamas muy cursis para luego dormir. Resumiendo:la noche más rara y bipolar que alguien puede tener-