𝘾𝙧𝙮 𝙛𝙤𝙧 𝙢𝙚 | sunsunki

4 - Sunoo no llega.

Sunoo acomodó sus orejitas y tocó el timbre con una gran sonrisa.

Pero ningún ruido se escuchó dentro de aquella casa.

Así que tocó una vez más. Pero tampoco pasó nada.

Por lo que terminó malhumorado, frunciendo el ceño y hundiendo el timbre de manera repetida, frenéticamente y compulsiva. Una y otra vez tocando el timbre de manera insoportable.

Hasta que sintió unos rápidos pasos detrás de la puerta, y riendo de manera infantil, finalmente se detuvo.

Había decidido escapar de la escuela a la casa de Kim Seokjin, que era uno de los mejores amigos de su hermano mayor. Seokjin se había vuelto un poco cercano a él, intercambiaban mensajes seguido y el mayor, que ya era un universitario y le llevaba unos tres años, siempre era muy bueno con él.

Pero nadie sabía que ahora eran amigos, así que a nadie se le ocurriría ir a buscarlo ahí. Por lo que quedarse junto a Seokjin era perfecto para el plan que tenía en mente.

- ¿Sunnie? — habló con voz ronca un adormilado Seokjin al abrir la puerta, estando sin camisa y con los cabellos desordenados. Estaba durmiendo, no esperaba verte aquí.

Inevitablemente Sunoo pensó que su mayor era demasiado guapo, sus ojos brillando y casi deslizándose por el torso desnudo de Seokjin. Pero fue fuerte y lo miró con una gran sonrisa a los ojos.

- Necesito probarle un punto a mis mejores amigos. — anunció Sunoo.

- ¿No deberías estar en clases?

- No, necesito que me dejes esconderme en tu casa hasta mañana por la noche. Voy a fingir que escapé de la ciudad.

Riendo, Sunoo empujó a Seokjin hacia dentro de la casa para adentrarse en el lugar y correr directo a tirarse en el cómodo sofá del chico.

Sunoo sacó un cuaderno de su mochila y también un marcador rosado, arrancando una de las hojas de aquel cuaderno para destapar el marcador y empezar a escribir algo en la hoja con rapidez.

Seokjin lo observó confundido.

- ¿Qué necesitas probar a tus amigos?

Sonriendo de medio lado, Sunoo alzó el trozo de hoja a la vista de Seokjin

- Necesito probar que se morirían sin mí. - le respondió de manera burlona, haciendo contacto visual con maldad y picardía en sus ojos.

Seokjin leyó lo que había escrito Jimin en el papel.

“Mamá, Sunghoon y Niki. Mde fui de la casa para siempre. Lloren por mí”.

Necesito que visites a mi mamá con alguna excusa y dejes esto pegado a un imán de la nevera, sin que ella se de cuenta.

Desde que Sunoo le hizo esa orden a Seokjin, no hubo vuelta atrás.

[. . .]

Cuando el día de clases llegó a su fin, Niki se permitió preocuparse y alarmarse. Sunoo no se había aparecido en ninguna de las clases y ni siquiera se lo habían cruzado por los pasillos, eso siendo señal de que el chico estaba muy enojado con ambos.

Lo esperaron un buen rato en la salida, pero el rubio jamás llegó. Por lo que ambos pensaron que tal vez se había regresado a su casa porque no se sentía en el humor de verlos.

- Hoon, quiero ir a su casa a ver si está bien... Sólo un segundo... Necesito verlo. - suspiraba Niki, frustrado.

Sunghoon le dio un golpe en la nuca, pidiéndole con la mirada que dejara de lloriquear.

— Niki, sabes cómo es Sunoo cuando se enoja. Hay que darle su espacio por hoy. - Sunghoon lo miró suplicante, porque cada uno se iría por su camino y rogaba por que Niki no fuera en busca de Sunoo, lo que probablemente resultaría mal -. ¿Qué te parece si mañana lo sorprendemos y lo pasamos buscando a su casa para traerlo a la escuela? Y de paso le llevamos algo de desayunar.

Niki asintió, aceptando.

Pero de todos modos estaba pensando llamar a Sunoo antes de ir a dormir o enviarle un mensaje.

Error de ambos.

Al otro día estarían muriendo de la preocupación.

[. . .]