Capítulo 8- Operación Juntos de nuevo P3

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Isabel estaba ahí parada mirándonos, no sabía qué hacer más que alejarme inmediatamente de Villamil quien me había salvado de una caída pero que había contribuido para un mal entendido.
Al decir que se iba Isabel pude ver cómo la mirada de frustración de Villa surgía, tocó su cabeza y después de pedirle perdón al instante, solo soltó palabras
-Ya basta, deja de intentar hacer lo que sea que estés haciendo. No te das cuenta lo haces más difícil.
Mis ojos empezaron a cristalizarse, todos cruzamos miradas decepcionados y decidimos esperar a Villa en el comedor. Cuando menos lo esperamos nuestro silencio se interrumpió por la puerta abriéndose
-¿Qué pasó?- le pregunté pero él solo me miró, tomó su chaqueta y se marchó sin decir una palabra.
Todos nos quedamos mirando como se iba mientras a mí se me derramaban lágrimas
-Perdon chicos- empecé a hablar- yo...pero Simón me interrumpió
-Es suficiente, no quiero seguir haciendo esto
-Pero Si...- fui interrumpida nuevamente
-Basta- replicó - hablamos mañana en tu oficina, hoy ya estoy cansado.
Isaza y yo nos fuimos al departamento pero él también parecía distante, aunque traté de hablar con él, me ignoró. Creo que su mente estaba muy ocupada para mí.
Al día siguiente cancele la grabación porque me sentía algo enferma, aquella mañana desperté tarde y cuando lo hice no había nadie en el departamento. Llamé a todos y ninguno me contestó, me sentí abrumada por un suceso y a pesar de creer que quizá lo estaba exagerando, caí en cuenta que para Isabel era realmente doloroso. No sólo había pasado por una relación en secreto, sino también por una relación pública tormentosa, por escándalos después de que terminaron y ahora el ver a alguien "enamorarse" del hombre que amaba, debía de ser terrible para ella.
Al medio día mi celular sonó, era un mensaje de Simón
"Vamos hablar ve a tu oficina"
Rápidamente me cambié y salí, al llegar los vi esperándome. Tomé un respiro y entre dispuesta a convencerlos de seguir nuestro plan.
-Hey- les dije al entrar- tengo un nuevo plan, quizá si...
-Basta- dijo Simón- vinimos aquí a decirte que hay que parar con esto.
-Pero-le contesté
-Sé que lo haces desde la mejor intención pero se acabó, no cuentes conmigo y ya no intentes más cosas- decía mientras se levantaba
-Estoy de acuerdo con mi hermano- replicó Martín y pronto ambos dejaron la oficina.
-No, esperen - grité mientras ellos salían, pero Isaza se mantenía sentado mirándome
-¿Qué? También me vas a regañar- le dije sarcástica
Entonces después de unos segundos de mirarme se levantó, puso sus manos sobre mi hombro y cariñosamente me dijo
-No, no te voy a regañar pero creo que debes dejar que todo fluya entre ellos. Tú ayudaste mucho ya, es hora de que dejes de preocuparte por ellos y te preocupes por nosotros
-¿No..nosotros?- le pregunté
-Si, ya deja de pensar en la relación de otros y no en la nuestra. ¿Puedes?
-No entiendo- le respondí mirándolo confundida, entonces el se acercó lentamente y me besó
-Si, en nuestra relación que empieza desde hoy
Me sonroje y nuevamente el me besó, me abrazó después de un par de besos y susurro
-No voy a perder el tiempo que puedo disfrutar contigo queriéndote, fingiendo que no siento nada- cuando terminó su discurso me alejo y concluyó dándome un beso en la frente.
-Bueno, pero creo que puedo hacer una cosa más por ellos- le dije
-Esta bien, lo intentaremos pero será la última- me respondió suspirando.
Isaza pasó un tiempo conmigo y luego se marchó, pero al instante Isabel entró a mi oficina
-Hola, ¿Podemos hablar?- pregunto muy seria
-Si, dime- le respondí mientras me sentaba en mi silla y le indicaba sentarse
-No, gracias. Solo vine a darte esto- entonces me mostró un sobre - es mi renuncia- dijo de forma triste
Me quedé sorprendida por su decisión, y el coraje para darmela a mi. Tomé su carta y antes de que saliera la detuve
-Espera, vamos por un café
Me miró confundida y sin darle oportunidad, tomé su brazo y caminamos a la cafetería más cercana.
Al sentarnos, pedimos el café pero ambas permanecimos calladas, yo la miraba sonriente pero ella parecía solo mirar el suelo, era obvio cómo iba a querer verme. Después de que nos sirvieran el café le pregunté directamente
-¿Aún lo amas?
Me miró por un instante y volvió a mirar el suelo, vi sus ojos enrojecerse, sin embargo solté una pequeña sonrisa y tomando fuerzas empecé a hablar.
-¿Sabes cómo lo conocí?- le pregunté nuevamente- Soy la sobrina del dueño de aquella hacienda de su adolescencia. Lo conocí cuando era una niña y el solía ser como mi hermano. Me protegía de los niños que me molestaban- continúe mientras ella por fin me miraba - Se que debí hacer esto hace mucho y por eso me disculpo, no me puedo disculpar por lo de anoche porque aquello fue un accidente.
-¿Por qué me dices esto?- preguntó confundida
-Sé que aún lo amas, él también te ama. Cuando viajó a Miami nos volvimos a encontrar después de varios años, y aquellas fotos fueron tomadas mientras hablaba de su amor por ti.- pude notar las lágrimas de Isabel caer - Además - continúe acercándome a ella para contar mi secreto- no puedo salir con él, yo ya tengo novio.
Isabel me miró de una forma distinta, parecía agradecida por lo que decía y así me lo hizo saber
-Gracias
-Solo tengo dos preguntas para ti. Primero ¿qué vamos hacer con tu renuncia?- tomé la carta en mis manos y la rompí- y segundo ¿Qué esperas para ir a decirle que lo amas?
Ella permaneció en su silla hasta que la interrumpí
-Isabel, ve por él. AHORA!!!
La vi alejarse con una sonrisa en el rostro pero con lágrimas en sus ojos.
-Hiciste bien- escuché la voz de Isaza hablar mientras se sentaba frente a mi con dos copas de vino, listo para disfrutar nuestro tiempo juntos y que el plan salió perfecto para que estén juntos de nuevo.

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