No del todo esperado [Peacemaker X Vigilante]

3...2...1 ¡Explosión Goff!

Hay muchas palabras que describen cosas en las que nunca hubieras pensado. Bibliosmia es la palabra para 'amor por oler libros antiguos'. El miedo al brillo es Sparklephobia. Lo que plantea la pregunta de quién tiene realmente miedo a la purpurina, aunque también traigo a colación la diferencia entre los miedos racionales e irracionales. Un miedo racional sería lo que Chris estaba sintiendo en ese momento y lugar. Luego también está Gardyloo, que era una frase que la gente en Escocia solía gritar al tirar el contenido de sus orinales por la ventana. 

El punto es que hay tantas palabras en el mundo y, sin embargo, Chris no podía pensar en ninguna mientras estaba sentado en la camioneta, con los dedos de los pies retorciéndose, los dedos temblando mientras sostenía su arma. 

No importaba que los demás le estuvieran diciendo que todo estaría bien. La irracionalidad era abrumadora y todo lo que seguía pensando, todo lo que estaría zumbando en su cabeza, eran imágenes de Adrian muerto de muchas maneras. La sangre lo inundaba y su piel lo empapaba. 

Saber que su padre era quien le había quitado a Adrian era aterrador. Su padre era capaz de muchas cosas. Muchas cosas terribles. Le dio náuseas solo de pensarlo. ¿Y qué haría su padre si supiera de ellos, del bebé? Se sintió mareado. Sintió que se estaba muriendo. Pero sabía que tenía que dejar esos sentimientos a un lado. Tenía que salvar a Adrian, costara lo que costara. 

"Nos dividiremos en equipos. Leota, John, ustedes dos se quedarán aquí en la camioneta en caso de que necesitemos refuerzos. Emilia, Pacificador, estás conmigo. Aseguraremos el perímetro antes de que nos enfrentemos". 

"Esos seguidores en las máscaras, también deberíamos eliminarlos". Emilia miró a los demás. "Algunos podrían ser mariposas-"

"Y todos están alrededor de los sacos de mierda". agregó Leota. "Sin embargo, no creo que sea necesario decirlo". 

Chris agarró sus armas y su casco y se preparó. Estaba listo en la puerta, listo para entrar en acción. 

Vio a Emilia parada a su lado, poniendo las balas en sus pistolas. 

"Seguro que estás preparado para esto. Podemos-"

"Nunca he estado más seguro". Chris la interrumpió. "Eso nunca fue, lo dudo... Yo solo... Si él le ha hecho algo-"

"Lo mataremos". 

"Si, lo haremos." Chris siempre tuvo sentimientos complicados cuando se trataba de su padre, pero no hoy. Adrian significaba más que cualquier otra cosa. 

"Vamos." Murn estaba detrás de ellos. Amartilló sus propias armas, listo para la acción. 

Hubo destellos y explosiones y el sonido de gritos de angustia cuando Chris, Emilia y Murn se abrieron paso por el complejo. 

El Dragón Blanco y sus discípulos habían establecido su base en una antigua planta industrial abandonada cerca de una granja. Chris no había estado allí antes, por lo que no era de extrañar que no tendiera a tratar con su padre por varias razones. 

Chris sintió como si el corazón se le fuera a salir del pecho, tal vez no tan espantoso en una película de terror, pero el sentimiento aún estaba allí. 

"¡Mierda!" Los gritos atravesaron las paredes del almacén cuando las balas atravesaron las pasarelas desde ambos lados. 

A pesar de la falta de números, los tres lograron encontrar el centro del almacén donde se llevaban a cabo las principales reuniones. Las velas parpadeaban en los pisos y las paredes, algunas colgaban de los techos. Había salpicaduras de sangre en todas direcciones, como si hubieran rociado pintura roja por todas partes.