TRES HURRAS POR LA DULCE VENGANZA

Te encuentras caminando directo a casa, tu turno de trabajo ya ha terminado, pero algo te incomoda, la sensación de ser perseguida por algo o alguien te causa un miedo indescriptible. Al llegar a casa te diriges a ti habitación fue entonces cuando decides tomar un baño para calmarte, hasta que escuchas la puerta de tu casa ser abierta.

Bajas por las escaleras y al llegar a la parte de abajo te causó un gran pánico ver tu puerta abierta, comienzas a escuchar ruidos provenientes de la cocina, rápidamente corres de vuelta a tu habitación la cierras con segura y buscas tu teléfono para llamar a la policía te recorrió un escalofrío por todo el cuerpo cuando escuchaste pasos en las escaleras, por instinto te encierras en el armario, es entonces que escuchas la puerta siendo abierta de una manera muy violenta, palideces y tu alma abandona tu cuerpo al observar a una persona decir tu nombre, ¿como diablos sabia tu nombre?, ¿Quién era esa persona?, ¿Qué quería de ti?, todas esas preguntas abordaron tu mente fue entonces que el abrió las puertas del armario y te tomó con una fuerza descomunal, jurarias que en toda tu vida jamás sentiste una fuerza así, ni un pánico como ese, el comenzando a gritarte cosas como "eres una impura lisa", " deberás morir", " vengare a mis antecesores, pues tu sangre es el pecado mismo lisa". Tu realmente no lograbas comprender, nada de lo que te decía, todo era muy confuso, comenzó a golpearte, hasta que te acorrala en una esquina de la habitación, sacó un cuchillo, para ese entonces tu ya pensabas seria tu final, pero si seria tu final al menos conocerás el nombre de tu asesino.

Por lo que preguntaste con tu última aliento de vida, cual era su nombre, el contestó muy fríamente "Gerard", al obtener tu respuesta sólo puedes asentir con la cabeza debido a las pocas fuerzas que te quedan, resignada aceptas tu triste final, lo último que escuchas es "TRES HURRAS POR LA DULCE VENGANZA", después de eso todo se vuelve negro a tu alrededor. Al despertar te encuentras en un hospital, un hombre de nombre Mikey te entrevista de lo sucedido la noche pasada, al rededor de toda la entrevista solo logras decir el nombre de tu agresor y la última frase que escuchaste de él, no sabias quien era o que quería, solo sabias que buscaba venganza de sus antecesores de algún suceso o algo, y que no se detendría hasta obtener su objetivo, en este caso asesinarte.

Pues para su mala suerte ya son dos.