Capítulo 3. ¿Hay consuelo en el dolor?

171 18 3
                                    

Pasaron unos meses y la conciencia de Xiao Xingchen regresaba poco a poco, su alma seguía fragmentada y demasiado débil para lograr mostrar alguna señal a Song Lan. Durante ese tiempo juntos, Xiao Xingchen lo acompañaba alegremente, sabía que era él por la sensación de confianza y protección que transmitía, nadie mas que Song Lan podría hacerlo sentir de esa manera.

Cuando vagaban juntos, Xiao Xingchen siempre se sintió inexplicablemente en un ambiente de paz, aunque estuvieran viviendo en el lado negro de la cultivación. Si estaba con Song Lan se sentía seguro, el otro jamás permitiría que algo le pasara, si alguien quería dañarlo, primero tendría que pasar por el cadáver de Song Zichen.

Aún cuando su alma se esforzara por obtener alguna respuesta de aquel cultivador, su energía impedía ser captada por el contrario y Xiao Xingchen no sabía que todos sus esfuerzos eran en vano.

¿Por qué seguía sin obtener respuesta? Podía sentir a Fuxue acabando con los monstruos, podía sentir la energía de su propia espada Shuanghua siendo llevada en la espalda de su gran amigo.

Se pregunta cuánto tiempo ha pasado desde la vez que tuvo noción de todo lo ocurrido, se pregunta si vale la pena seguir intentando estar del lado de Song Lan.

Cuando el momento en el que aquel cultivador se sentía dispuesto a regresar aquella ciudad, emprendió su viaje para incinerar los restos de Xiao Xingchen, estaba listo para despedirse y desprenderse definitivamente de su amigo. Aunque con ello se apagara una parte de su ser.

De regreso a la Ciudad Yi, aquel lugar que le arrebató lo más preciado. No pudo evitar que la tristeza y arrepentimiento lo invadiera, tanto que si pudiera derramar lágrimas, estarían bajando silenciosamente por su mejilla. El dolor en su pecho es igual al que sintió tiempo atrás.

Wei Wuxian y Lan WangJi entregando los restos del alma de su amigo y aquella pequeña niña que no pudo escapar de la crueldad de Xue Yang siempre venían a su memoria.

Este sería el día en el que Song Zichen pusiera punto final.

Al llegar a aquella ciudad, pudo ver que todo seguía tan solitario y sin vida como cuando lo dejó, se dirigió al hogar de ataúdes donde resguardó el cuerpo de Xiao Xingchen, el cual ya se descomponía con el paso de los meses.

Al abrirlo, grande fue su sorpresa. El cuerpo seguía casi intacto, a excepción de la cicatriz en su cuello. ¿Cómo pudo seguir en esas condiciones?

Comienza a inspeccionar el estado y encuentra una pequeña marca en la mano derecha de Xiao Xingchen, es color dorada y no alcanza a distinguirse a simple vista, pero está allí y parece emanar una especie de energía. Unos segundos más tarde, Song Lan siente que una de las bolsas que lleva consigo comienza a agitarse, intenta tomarla para protegerla, pero escapa de sus manos y se abre en el aire. Rápidamente, Zichen reacciona tras percatarse de que se trata del alma de su amigo, aunque le es imposible recuperarla y siente que ha fallado miserablemente en la vida.

Los restos del alma salen a la luz y se puede observar que van siguiendo un patrón, luego aterrizan en el cadáver tendido en el ataúd.

La marca comienza a notarse cada vez más y ahora puede ver que existe una marca idéntica en su brazo derecho, expulsa una gran bocanada de sangre y siente que todo resulta extraño. Su mirada se posa en el alma de Xiao Xingchen que ha sido restaurada y se une de nuevo al cuerpo.

Supone que se encuentra demasiado cansado y prefiere pensar que se trata de un sueño, aunque ni siquiera pudiera soñar.

Toma unos instantes para recuperarse. Sin embargo, el cuerpo frente a él comienza a tornarse de un color más cálido. Es ahí cuando Zichen comienza a pensar con claridad, alguien ha estado aquí antes. Alguien está implicado en esto.

Un nuevo comienzo para la Suave Brisa de la Luna Brillante [SongXiao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora