• 5 •

1.3K 179 1
                                    

-¿Y bien?

Mencionó Jimin cruzando sus brazos al ver que desde un principio había tenido razón. Su hijo era un total engreído.

-Jungmin, termina tu sopa.

Pronunció Jungkook yendo abrazar a su amado, aquel que negó con la cabeza y suspiró. Su plan no había salido como lo había planeado.

-Yo no quiero sopa... Yo quiero carne.

Habló Jungmin jugando con la cuchara de su plato, desde hace un tiempo se había dado cuenta que la espinaca no era su verdura favorita.

Lo verde no iba con él.

-¿Dónde están tus valores Jungmin?, ya hemos hablado de esto, se educado.

-Dulzura, quizás podríamos dar-

-¿Me estás contradiciendo?

Ahora Jimin miraba a Jungkook, aquel que a pesar de haber intentado defender a su cachorro había sido regañado por su amado. Pues su lazo siempre era firme en lo que decía.

Motivo por el que no tanto discutían.

-Oh no dulzura, no era mi intención.

Ya que Jimin siempre ganaría la pelea aunque esta fuese lo más insignificante en sus ocupadas vidas.

-Jungmin, termina tu sopa y obedece a tu padre.

-Sí papá...

El pequeño agachó sus orejas al ver que ni su padre alfa lo había podido salvar de su tormento. Pues comer sopa y específicamente la de espinaca no era lo suyo, él no era de vegetales.

-Alteza, sus padres vinieron.

-Pensé que llegarían mañana.

Mencionó Jungkook algo confundido, sus suegros habían adelantado su visita y eso era extraño. No obstante, lo importante aquí era que su travieso cachorro terminase de comer.

-Creí lo mismo... Vayamos a recibirlos.

Jimin acarició el rostro de su amado, lobo que siempre caía ante sus encantos.

-Como desees... tus palabras son ordenes.

Jungkook parecía hechizado por las caricias que recibía en sus mejillas, toque que hace dos meses no había podido sentir.

Y justo ahora estaba dispuesto en caer nuevamente al mundo que muchos describían como la locura del amor.

-¡Yo también voy!

Gritó Jungmin con intenciones de escapar de su supuesto martirio, mas su padre se lo prohibió.

-Tú no te mueves de esa silla hasta que termines de comer, ¿escuchaste?

Mencionó Jimin apuntando a su pequeño mientras el menor de los Jeon regresaba a sentarse desanimado.

-Sí papi.

-Es solo sopa nene, vamos, ¡tu puedes!

Jungkook trató de darle ánimos a su hijo para luego salir del comedor no sin antes hablar con algún soldado. Ya que después de todo no quería lidiar con la furia de su lazo, era cansado.

-Por favor joven príncipe, termine de comer.

-¿A ti te gusta la espinaca?

-No... pero he escuchado que es buena para los niños como usted.

En eso, Jungmin levantó sus orejas por la idea emocionante que le había venido a la cabeza.

-¿Y si lo comes tú?, mi papi no se dará cuenta.

Sopa de Espinaca « ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora