-¡Hablo enserio, papá! -exclamo- No puedo ir mas al instituto en bus. ¡Todos allí tienen su propio auto!
-Si quieres un auto, deberás ganartelo hija.
-Ordeno, lavo los platos, no salgo casi nunca y saco buenas notas. ¡¿Qué más quieres?!
Papá me ignora y subo a mi cuarto, cansada de insistir.
Cuando la noche cae, me deshago de mi atuendo para quedarme con mi ropa interior. Me acuesto en la cama y me dispongo a dormir.
Pero al poco tiempo me despierto sintiendo una mano ajena pellizcando mis pezones. Abro los ojos con apuro para encontrarme con los de mi papá, quien me observa con una sonrisa perversa en la cara.
-Hola, cariño -dice-
-¿P-papá? ¿Qué rayos haces? ¡Suéltame!
Intento moverme, pero papá pellizca mi pezón con tanta fuerza que me obliga a quedarme quieta del dolor.
-¿No querías un coche, hija?
-S-si, pero...
-Pues aquí esta la condición para que lo compre. ¿O qué? ¿Creíste que te saldría gratis?
Papá chupa uno de mis pezones mientras juguetea con el otro. Lame, muerde y escupe con tanto deseo que ni parece inmutarse de que su propia hija es la propietaria de ellos.
-P-porfavor, papá. Aléjate.
-Bien -este deja de juguetear con mis pecjos para levantarse, dispuesto a irse- Es una lastima, ya había averiguado por un lujoso auto.
-¿Para mi?
-¿Para quién más, hija? -dice- Pero bueno, supongo que ahora será de alguien que si lo merezca.
-Aguarda -lo freno. Papá me mira-
Sin decir nada, me quito el brasier que se encuentra a la altura de mi barriga. Papá sonríe.
-Esa es mi niña.
Este vuelve a acercarse para volver a besar mis pechos. Esta vez con más brutalidad, mas deseoso de mi.
Mis ojos comienzan a cristalizarse, sin poder creer lo que sucede.
-No seas mocosa y quítate las bragas. Tu solita tomaste la decisión de ser putita de papá.
Papá alza la mano y pega con fuerza uno de mis pechos. Ahogo un grito.
Cierro mis ojos con fuerza para quitarme las bragas, las cuales papá toma y mete directo en mi boca. Hago una mueca del asco.
Sin siquiera estimular, papá mete tres dedos dentro de mí y comienza a entrar y salir con furia. Mi respiración se acelera y, a los segundos, mi espalda se arquea inconcientemente.
-¿Te gusta, ah? -papá ríe y, sin dejar de hacer trabajar sus dedos, con su lengua estimula mi clitoris-
Suelto un gemido que es ahogado por la braga dentro de mi boca. Papá sonríe al ver a su hijita así.
Papá deja de hacer lo que estaba haciendo para cambiar mi posición como si fuese una muñeca. Este se quita los bóxers dejando salir el miembro más grande que he visto jamás. Se pone entre medio y comienza a cogerme.
-¿Te gusta como papá te da duro, ah? -pregunta, tomándome del cuello- ¡Responde!
Dejo salir un sonido de mi garganta, dando a entender un si. Papá me quita las bragas de la boca y lasbtira hacia un lado.
-¡Quiero oírte! ¿Te gusta ser cogida por tu padre, puta?
-S-si... Me gusta -contesto entre gemidos-
Papá mete dentro de mi boca dos sus dedos con los que antes estimulaba mi vagina.
-Oh, hija. Eres magnífica -dice- Tan estrecha... ¿Nunca antes te habían cogido? -ríe- ¿Pero qué pregunto? ¡Si eres la putita del barrio!
Gimo, dejándome llevar por el placer que mi propio padre me estaba brindando.
-Voy a acabar -advierte-
-¡No! -exclamo- ¡Adentro no!
Papá ríe.
-Papá, p-porfavor.
Pero es tarde, siento a mi padre acabar dentro mío.
-Tranquila, nena -dice, saliendo de mi- Aún queda algo para esas ricas tetas.
Papá comienza a masturbarse frente a mi cara hasta muevamente acabar, manchando mis pechos y cara.
-Date la vuelta.
-¿Q-qué harás?
-¡Que voltees! -ordena, girando mi cuerpo con brusquedad-
Papá acaricia mi culo con el glande de su pene.
-¡Ahi no!
-Oh, nena. El auto es muy costoso para mi... -dice, haciendo fuerza para meter su miembro. Grito-
-¡Cállate! -ordena- ¿O quieres que todos se enteren de lo mucho que te gusta que te cojan por detrás? -papá golpea con fuerza mi trasero, generando dolor en la zona- ¿Eh? ¿Eso quieres?
-¡No!
-¿No qué?
-N-no, papi.
