11- Ex

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Su mente se encontraba pérdida y paranoica, no sabía qué hacer o a donde ir solo conducía rápidamente y sin rumbo alguno hasta que todos su pensamientos se vieron interrumpidos por varios sonidos de claxon pues se había desviado de la carretera y estaba manejando en contra vía.

Al reaccionar giro con rapidez el volante y volvió a su vía, se detuvo cerca de una acera y tomo su teléfono para hablarle a Horacio pues su respiración estaba agitada y comenzaba a sentirse mareado. Le envío un texto con la ubicación pidiendole también que llegara rápido.

Al cabo de unos minutos Horacio llegó en su auto y se acercó al coche el rubio pues este aún no había bajado de allí.

-Gustabo, tío, ya estoy aqui!- le llamo tocando la ventanilla.

Al ver a su amigo salió del coche y le abrazo con fuerza.

-Pero que ha pasado?- pregunto sorprendido al verle.

-Horacio, el ha vuelto, me ha encontrado y me ha acorralado en una maldita tienda de ropa.- le respondió separándose del abrazo y poniendo sus manos sobre su cara.

-Como, como?- seguía sin comprender nada pero luego de unos segundos su semblante se tenso al entender de quién se trataba. -Debemos ir a comisaria ahora mismo y avisar a Conway-

-No!- dijo alarmado -A Conway no!-

-Pero que dices?! Como que a Conway no, es quien tiene el poder para arrestar a ese imbecil y protegerte a ti además es tu pareja Gustabo!- le miro incrédulo

-Por eso mismo! Todo ha sido maravilloso a su lado y no sé qué mierda pensaría de mi si voy a contarle toda esta basura.-

-Gustabo no le ocultarlas esto a el, entiende que estás en peligro!-

-pues se defenderme, no pienso decirle nada y tú mucho menos lo harás Horacio- dijo sabiendo que el contrario seguiría insistiendo.

-Agh porque mierda tienes que ser tan terco!- Hablo molesto y suspiro profundo -Gustabo eres mi mejor amigo, mi hermano y te lo digo, si no hablas con él eso sí que te traerá problemas en su relación pero si no me quieres escuchar haz lo que te plazca-

-Bien- Sabía que su decisión no era la mejor pero tenía miedo y ni siquiera pudo obtener el respaldo de Horacio asi que tenía claro lo que haría.
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Conway terminaba de llenar unos papeles y Gustabo le esperaba para salir juntos de comisaria.

-Gustabo, puedes decirme ya que puta mierda te pasa?- dijo dejando de lado lo que hacía y dirigiéndose a el

-Joder con el tema Jack! Te lo he dicho miles de veces esta semana, no me pasa nada, estoy bien, ok?- respondió girando los ojos.

-Cariño que llevas toda la puñetera semana queriendo evitarme! No quieres que te toque, no quieres que te bese, no quieres una puta mierda! Y vas a darme una explicación porque hasta donde estuve enterado todo entre los dos estaba bien.

Gustabo se mantuvo en silencio y agachó la mirada si que quería besar a Conway y estar junto a el pues era lo que más amaba pero la mayor parte de su ser solo podia sentir culpa por no haberle contado, además debía estar alerta por lo que había pasado con su ex y todo esto le tenía la cabeza totalmente llena así que solo trataba de ignorar cualquier otro problema.

-¿Que voy hacer contigo?- hablo desanimado y tomo el mentón del chico para verle a los ojos -Gus porfavor-

Conway le acarició la mejilla y se acercó para besarle pero este giro la cara en otra dirección.

Jack estaba sintiendo como su corazón se quebraba en dos así que cerró los ojos por unos segundos y suspiro cansado.

-Bien- fue todo lo que salió de su boca, su semblante se había puesto serio y volvió a su lugar para seguir haciendo su trabajo.

-Jack...-

-No Gustabo, fuera de aquí- hablo seco.

El menor susurró para si mismo un "lo siento" y salió cabizbajo del despacho.

Supuso que aunque le doliera lo mejor sería alejar un rato a Conway mientras que el tema de ese horrible hombre desaparecía.

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Al día siguiente hiba junto a Horacio quien sacaría el carro del garaje mientras el retiraba dinero en un cajero.

Luego de haberlo echo se quedó esperando que Horacio llegara a recogerle pero fue otra persona quién llegó por su espalda y puso una mano sobre su boca para callarlo. Le llevo hasta un callejón a la fuerza y ya allí ni siquiera le dio tiempo a reaccionar cuando el hombre le tomo del cuello y le beso.

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