Rojo Fuego, Azul Agua

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Adaptado a partir del capitulo 1 "Los Buscadores"

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La mirada azul cielo destellaba en la oscuridad mientras bajaba con especial cuidado las escaleras de su casa. A pesar de la oscuridad por la escasa luz, sus cabellos naranjas y lisos hasta pasar la media de su espalda eran capaces de destacar mientras que, constantemente observaba hacia el inicio de las escaleras, asegurándose nadie la escuchara y sobre todo, nadie estuviera despierto a aquellas horas nocturnas. Con el mayor de los cuidados, llego hasta el mueble grande que destacaba por sobre los tres dispersos en la sala de estar, en ese momento, se permitió buscar entre los cojines el control del televisor y tras encenderlo, se encontró colocando mute rápidamente para luego colocar el canal de deportes donde, el más reciente torneo de artes marciales mixtas se estaba transmitiendo. Sin saber con exactitud la hora que era, un bostezo le recordó que debía irse a acostar para asistir el día de mañana a sus clases ,pero el enfrentamiento estaba en su clímax, teniendo a los participantes igualados en puntos y teniendo ambos el tiempo en su contra, sin embargo, una llave capto su atención, así como el del público que veía el combate en vivo, pero su emoción y sus expectativas se encontraron siendo súbitamente cortadas cuando el televisor simplemente se apagó. Su voz, reflejo su incredulidad y su sorpresa en unas simples palabras

-¿eh? ¡¿Qué?!-

Rápidamente se levantó y se encamino al aparato electrónico, sin embargo, antes de poder darle nuevamente al botón de encendido, una tos fingida a sus espaldas la detuvo súbitamente, así como una voz tranquila pero aun así, con un tono grave

-estas no son horas para estar aún despierta, Jessica. Mañana tienes clases-

La mencionada se encontró mirando por sobre su hombro derecho, justo detrás del mueble, su padre le dirigía una mirada en igual azul cielo que la propia, pero en este caso, se encargaba de reflejar su reprimenda. El hombre sacudió sus cabellos oscuros con su mano mientras que, la joven de trece años se encontró expresando con un puchero

-pero... pero el combate...-

-mañana te enseñare a grabar programas, pero ahora señorita, ve a dormir. Si no lo haces le diré a tu madre de esto y sabes que no estará feliz-

Hablo el hombre con una leve sonrisa en su rostro, la joven se encontró palideciendo un poco ante las palabras escuchadas, no eran emitidas con intención de ser una amenaza, pero sabia a lo que se tendría que enfrentar si su padre hacia lo dicho, de manera que, sin quitar su puchero se encontró dirigiéndose a su habitación tras desear buenas noches.

En una casa distinta y sin embargo, a la misma hora, una mujer adulta de cabellos rubios, mantenía su mirada grisácea en su hija. Aquella niña de once años con unos inusuales cabellos azulados, a pesar de la noche, estaba con su mirada grisácea detrás de unos lentes de armazón ovalados enfrascada en sus tareas escolares, no, enfrascada en las tareas escolares de otras personas; la mujer hablo con ternura y preocupación en su voz, todo esto desde su lugar bajo el marco de la puerta que daba a la habitación de su única hija

-ya es muy tarde, Alexa, sabes que no es bueno para ti permanecer despierta hasta tan tarde-

-lo sé, pero esto es...-

La mujer entro en la habitación, acercándose a su hija para apoyar sus manos sobre los hombros, atrayendo la mirada grisácea en su dirección y llevando a una pasiva confrontación. En una mirada, agotamiento, en la otra mirada, preocupación y en ambas, cariño y comprensión

-no quiero tener que verte más en esta situación, Alexa, sin embargo, lo permitiré por última vez-

-mamá...-

Los Compañeros De Los Fénix (2.ª Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora