Los Compañeros De Los Fénix (2.ª Edición)

Agua Clara, Roca Solida

Adaptado a partir del capítulo 2, 2.1 y 2.2 "Predisposición a la Aventura" 

Agregado especial en esta nueva versión, flashback de la era antiguo: "en cursiva"

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''Una mirada oscura recorrió el lugar; uno de los cinco poblados dedicados a los Fénix había recibido un fuerte ataque de quien, ya era claramente el enemigo público número uno. Entre los escombros y la ceniza, entre el miasma negro que como humo cubría las estructuras destruidas; unos cabellos rubios cubiertos de hollín en tramos disparejos resaltaba, así como también era evidente el cómo se encontraba empujando con fuerza algunos escombros...

-¡Ayuda!, ¡Ayuda, por favor!-

Siguiendo la exclamación, la dueña de la mirada oscura y cabellos azabache corrió en dirección a aquella adolescente. En ese momento, inmediatamente se encargo de empujar desde una dirección parecida el escombro, logrando finalmente moverlo aunque fuera un poco y sin embargo, justo lo suficiente para que, unas plumas azul marino lograran salir desde abajo. La joven de cabellos rubios coloco sobre su muslo la cabeza emplumada, recibiendo en su mirar grisáceo, la mirada de un azul puro y brillante. Sabiéndose observada, la joven de cabellos rubios dirigió una sonrisa a quien le observaba, mientras murmuraba con ternura

-ahora estarás a salvo, lo prometo-

-lo prometemos-

Expreso la joven de cabellos azabache, colocando su mano derecha sobre el hombro de la adolescente de cabellos rubios. La mirada oscura y la grisácea, en aquel espacio reflejaron la misma determinación. ''

Alexa movía hacia un lado, las hojas que cubrían su vista mientras más avanzaba por el bosque. Por un momento se permitió detenerse, detallando en el mapa, la rosa de los vientos y el pequeño dibujo en la esquina contraria que retrataba a un pigargo europeo; ella estaba caminando con dirección norte. No estaba segura del tiempo por el cual había estado caminando, sin embargo, cuando finalmente alzo la mirada del mapa, fue capaz de notar cómo, a varios metros desde su posición, el bosque parecía abrirse dando lugar a un solar, de manera que, se encontró tragando saliva con nerviosismo mientras continuaba avanzando. Alexa salió del espeso bosque recibiendo la luz de sol en sus ojos y en respuesta, aparto la mirada rápidamente mientras se adaptaba a la luz que, por su intensidad, le indicaba que era pasado el medio día. Se permitió dedicar un segundo a observar su nueva localidad, de manera que, se encontró con un gran lago de aguas claras, el cual se encontraba rodeado de caminos de tierra, los cuales se dirigían a varias direcciones distintas. Un poco confundida al no encontrar estructura alguna en el lugar, dirigió la mirada al mapa para asegurarse de estar en el sitio correcto y ante esto, se encontró volviendo a recorrer con la mirada todo el sitio y solo entonces, por un instante tan breve que le costó captar completamente, le pareció ver una silueta distorsionada en las profundidades del lago. El sonido de su estomago que le recordaba que debía comer, la hizo olvidar rápidamente el extraño acontecimiento, esto al tiempo que se encaminaba bajo la sombra de un árbol y se permitía comer tranquila.

Tras guardar el envase donde antes se encontraba su almuerzo, Alexa dejo el bolso recostado del árbol bajo el cual había comido y empezó a caminar rodeando el perímetro del lago. No notaba nada como lo que estaba buscando, después de todo, según había leído debía de buscar un templo o un santuario que, en su puerta, se viera un dibujo de un ave de color azul con sus alas extendidas, pero no importaba a donde mirara, no había nada como eso. En ese momento, se encontró dedicando un instante a mirar hacia los caminos de tierra que conectaban con el lago y se perdían en distintas direcciones