Mi dragón

Chapter 6

El autor tiene algo que decir: Para resumir el quinto capítulo, Nan Huailin pensó que dormía en Fei Zheng, pero de hecho durmió en Filadelfia, y Filadelfia estaba borracho y pensó que estaba soñando. Gracias por su apoyo y nos vemos mañana.

La traductora tiene que decir algo: No le crean a la autora, no voy a traducir nada para mañana!💪(◡̀_◡́҂)

Fei Zheng yacía sobre él, jadeando pesadamente.

Nan Huailin fue presionado por él para que respirara, pero no se atrevió a dejarlo caer, por lo que solo pudo pararse en un punto muerto.

El jadeo disminuyó gradualmente y Fei Zheng le susurró al oído: "Vendré a mi sueño mañana por la noche, ¿de acuerdo?".

Pensó ... ¿todo esto era solo un sueño?

Nan Huailin estaba hecho un lío, parecía que cien villanos estaban discutiendo en su cabeza, y su cabeza estaba a punto de estallar.

Pero debe tomar una decisión rápida: quedarse o irse.

Quedarse, y cuando Fei Zheng se despierte, obtendrá lo que quiere, obtendrá la oportunidad que quiere y cambiará su vida.

Vete, entonces todo esto se quedará en el sueño, como si nada hubiera pasado, sigue luchando duro.

La respiración de Fei Zheng rápidamente se volvió uniforme y larga, y debería haberse quedado dormido.

"¿Presidente Fei?", Gritó tentativamente Nan Huailin en voz baja.

No hay respuesta.

Dejar.

Nanhuai Lin tomó una decisión decisiva.

Después de todo, no podía hacerlo a cambio de oportunidades de esta manera.

En ese caso, ¿cuál es la diferencia entre él y Shi Yan?

Nan Huai Lin abrazó la cintura de Fei Zheng, usó toda la fuerza restante, se dio la vuelta, volteó las posiciones de las dos personas boca abajo, las soltó y se bajó con cuidado de Fei Zheng, lo cubrió con una colcha y luego salió de la cama. y pisé Cuando llegué a algo frío, me incliné y exploré. Era un teléfono móvil. Apreté el botón INICIO y la pantalla se encendió. Este es el teléfono móvil de Fei Zheng.

Nan Huailin se adaptó a un momento antes de recuperar una pequeña visión borrosa. Usando la tenue luz de la pantalla del teléfono, encontró su ropa y pantalones, salió del dormitorio en sus brazos y cerró la puerta con cuidado.

Vístete rápido, toca tu bolsillo, el teléfono sigue ahí.

Nan Huai Lin se escapó como para escapar.

La lluvia sigue cayendo.

No tiene paraguas, por lo que solo puede meterse bajo la lluvia.

La fría lluvia helada le acarició la cara indiscriminadamente y no pudo evitar temblar de frío.

Quería tomar un taxi, pero era un poco reacio a pagar la costosa tarifa, por lo que tuvo que caminar rápidamente hasta la estación de metro.

Afortunadamente, el metro no se ha detenido.

Cuando se subió al auto, se quedó mojado frente a la puerta opuesta del auto, como un pollo.

Su vergüenza se reflejó en el cristal.

Nan Huailin tiró de las comisuras de la boca y sonrió para sí mismo.

Es feo.

Cuando llegué a casa, me quité la ropa mojada y me di un baño caliente, no me importaba la comida, así que me fui a la cama.