Mi dragón

Chapter 64

El automóvil se detuvo en la planta baja de Mingxi Media, Nan Huailin le dijo a Man Tianzhu que saliera del trabajo directamente, entró por la puerta giratoria con dos bolsas de comida y subió al ascensor.

Al llegar al piso, apenas se abrió la puerta del ascensor, vi el rostro de Filadelfia, Nan Huailin lo saludó pretenciosamente: "Buen Sr. Fei".

Filadelfia asintió con frialdad: "Bueno, sígueme".

Acostumbrándose a su apariencia descuidada, de repente se divirtió de una manera falsa y seria. Nan Huailin no pudo evitar sonreír y lo siguió.

En la puerta de la oficina, Filadelfia le dijo a la secretaria: "Nadie puede entrar sin mi permiso".

La secretaria miró a Nan Huailin y rápidamente dijo "OK".

Tan pronto como entró a la oficina, Filadelfia se quitó ansiosamente la máscara, se convirtió en un marido rebelde en un segundo, presionó firmemente a Nan Huai Lin contra la puerta e inclinó la cabeza para besarlo sin decir una palabra.

Nan Huailin llevaba bolsas en ambas manos y no podía empujarlo, por lo que solo podía hacer lo que quisiera.

Después de un largo beso en Filadelfia antes de detenerse, Nan Huailin dijo apresuradamente: "Apúrate y come, tengo hambre".

Filadelfia extendió la mano y tomó la bolsa: "¿Qué compraste?"

Nan Huailin dijo: "Cuatro platos y una sopa".

Filadelfia puso la lonchera en la mesa, rompió los palillos y se la entregó a Nan Huailin que estaba sentada a su lado: "Apúrate y come".

De hecho, Nan Huailin no tiene mucha hambre, actualmente se encuentra en el período de las náuseas matutinas y no tiene apetito por nada, pero aún tiene que obligarse a comer más, de lo contrario los huevos de dragón en su estómago tendrán hambre.

"Llamé a mi madre", masticó lentamente Nan Huailin, "Dijo que tu hermano de repente se va de viaje de negocios al extranjero, déjalos volver después del Día Nacional".

Filadelfia asintió: "¿Qué dijo mi madre?"

Nan Huailin sonrió y dijo: "Dije que compré muchas especialidades de Suzhou como ceremonia de reunión y que ahora solo puedo comerlas yo mismo".

Filadelfia le dio de comer un trozo de panceta de cerdo, Nan Huailin rápidamente negó con la cabeza: "Si no comes esto, da náuseas".

Filadelfia volvió a coger una rodaja de raíz de loto, y Nan Huailin abrió la boca y se la comió.

"No dejes que tus padres compren cosas", dijo Filadelfia.

"Dije lo mismo", dijo Nan Huailin, "pero mi madre no escuchó, diciendo que era una cortesía".

Filadelfia recogió otra verdura y lo alimentó, Nan Huailin no pudo reír ni llorar: "¿Puedo echarme una mano? No me alimentes".

Filadelfia dijo: "Sé bueno, abre la boca".

Nan Huailin tuvo que comer las verduras y comenzó a alimentar a Filadelfia, y siguió alimentándose hasta que llenó la boca de Filadelfia.

Tocó la mejilla de Filadelfia llena de comida con el dedo, sonrió y dijo: "Lindo".

Filadelfia finalmente masticó su bocado de comida y se la tragó, tomó dos sorbos de sopa de espinillas y luego dijo: "Asesina a tu esposo, me ahogaste hasta la muerte".

Nan Huailin se inclinó para besarlo, una sonrisa se extendió por su rostro, arrugando un charco de agua de manantial como el viento.

Filadelfia lo abrazó en su regazo y le preguntó con una sonrisa: "¿Estás lleno?"