Mi dragón

Chapter 69

Beijing voló a Guangzhou durante aproximadamente tres horas y media, y eran apenas las 12 en punto cuando me bajé del avión.

Después de ser asediado por los fanáticos durante más de media hora, Nan Huai Lin finalmente se subió al automóvil con destino al hotel. Sacó su teléfono celular y lo encendió, listo para hacer una llamada a Filadelfia. Después de aterrizar, debe llamar lo antes posible para informar que la seguridad es una regla de la casa establecida para él por Filadelfia.

Tan pronto como se encendió, Filadelfia llamó primero.

Nan Huailin respondió: "Los fanáticos me bloquearon por un tiempo, así que era tarde para arrancar".

"Nuera", la voz de Filadelfia no sonaba bien, "te diré algo, pero no te preocupes".

Nan Huailin inmediatamente se puso nervioso cuando escuchó esto, porque Filadelfia nunca le había hablado en un tono tan serio. Preguntó: "¿Qué, qué pasa?"

Filadelfia guardó silencio durante un rato y dijo: "Long Er ya no puede encontrarlo".

"¡¿Qué ?!" Su voz se elevó de repente, asustando a Man Tianzhu a su lado.

"No te preocupes, no te preocupes", dijo Filadelfia apresuradamente, "Lo he buscado con Xiaolan fuera de casa y ahora sospecho que se metió en tu maleta mientras no prestaste atención. Inmediatamente abre la maleta para averigua si está ahí. Ten cuidado de que no te vean ".

"¡Detente!", Gritó Nan Huailin de inmediato.

"¿Qué pasa?", Preguntó Man Tianzhu preocupado, "¿Qué pasó?"

Nanhuai Lin agarró el teléfono y no respondió.

El conductor se apresuró a hacerse a un lado y se detuvo, Nan Huai Lin dijo con voz profunda: "Quédense todos en el auto, no se bajen". Después de eso, empujó la puerta y salió del auto, caminó hacia el maletero en dos pasos, y dio unas palmaditas en la tapa del coche para indicarle al conductor que lo desbloqueara.

Abra el maletero, saque con cuidado el maletero y déjelo en el suelo, mire a su alrededor, porque está cerca del aeropuerto y no hay peatones excepto por el tráfico. Nan Huailin solo abrió el maletero y no esperó a que lo registrara. para ello. Una pequeña cabeza se arqueó por debajo de la gorra de béisbol, parpadeó hacia Nan Huailin, quien estaba sorprendida y gritó "chirrido" dos veces.

"Xiao Nan, ¿qué pasa?", Preguntó Man Tianzhu preocupado en el coche.

"¡Está bien, no bajes!", Respondió Nan Huailin, tragándose el corazón que colgaba de su garganta, y luego recordando que todavía estaba hablando por teléfono con Filadelfia, se apresuró a acercar el teléfono a la oreja y dijo en un tono de voz. voz baja: "Lo encontré. Estaba realmente escondido en mi maleta. Me dio un susto de muerte".

Long Er parecía muy feliz, se quitó la gorra de béisbol, agitando sus alas y moviendo la cola, Nan Huailin tenía miedo de que saliera volando, por lo que rápidamente tomó su ropa para cubrirlo.

Filadelfia también dejó escapar un suspiro de alivio allí: "Eso es bueno, eso es bueno, estoy jodidamente loco".

Nan Huailin cubrió a Long Er que había vuelto a subir: "Esposo, ¿por qué no vienes a Guangzhou? Asistiré a la ceremonia de proyección por la noche y no me preocupo por dejar a Long Er en el hotel, y mucho menos en busca de "La gente lo mira".

"Está bien", dijo Filadelfia, "reservaré un boleto de avión ahora".

Después de colgar el teléfono, Nan Huailin volvió a colocar a Long Er debajo de la gorra de béisbol, luego cerró la maleta, fue al asiento trasero y tomó la mochila, volvió a la maleta y rápidamente la transfirió con su gorra de béisbol. mochila, le susurró: "No digas nada, ¿sabes?"