Solo somos primos... Un amor "imposible" #EDITANDO#

Capítulo 2:

Me desperté por el temblor que causaba el avión al aterrizar, mi madre estaba durmiendo y el parlante del avión sonó:

-atención pasajeros y pasajeras: hemos aterrizado.– Dijo una voz muy chillona e insoportable

-Ma, despierta, ya llegamos.

Bajamos del avión y escuchamos un grito desde atras de la multitud de gente.

–¡Elizabeth y Ana!– Dijo mi tía desde atrás. Luego me tomó de la espalda besándome toda la cara...

Desde atrás pude divisar una figura masculina de pelo rubio y corto que me miraba fijo, con ojos azules como el cielo y unos labios carnosos y rosas. Quise saber quién era y me acerqué a él, ya que se notaba que venía con mi tía. Debía ser algún amigo de Nick, aunque él no es de juntarse con chicos así... Qué más da.

-Hola... ¿Tu quién eres?- pregunté. El chico alto me miró como si le hubiera hablado en chino básico.

-¿No sabes quién es?- dijo mi tía.

-Soy Nick, estúpida- dijo. Una leve carcajada se le escapó de sus sexys labios.

OH

POR

DIOS

-¿Tú eres mi primo? no me mientas ¿Qué le has hecho a mi primo nerd con unos notables aparatos y grandes anteojos, maldito bastardo?

-Soy yo, Lizzie, cálmate. Creo que el viaje te afectó un poco- volvió a soltar otra carcajada.

Él tomó mis maletas y todos nos trasladamos hacia el auto súper caro de mis tíos. Yo seguía sin poder asimilar lo bueno que se había puesto Nick en estos últimos años sin vernos.
Al llegar volví a asombrarme. La casa era exageradamente grande. Parecía tener dos pisos pero éstos tendrían miles de habitaciones dentro y cada una sería el doble de lo que era la mía. Un enorme jardín la rodeaba y un garage (con dos autos más dentro además del de mi tía) estaba junto a la casa.

-Mamá- susurré -Es... Enorme- la única vez que había venido aquí fue cuando mi tíos se casaron, yo tenía dos años. Mi tío es el hermano de mi madre y me habían elegido a mí para llevar los anillos. Obviamente no recordaba nada de esa casa ni de Londres.

Nos adentramos en esa enorme casa-mansión y sí... por dentro era aún más impresionante que por fuera. Era realmente hermosa.

-Tu habitación está arriba, junto a la de Nick- dijo mi tía, interrumpiendo mis pensamientos. -¡Nick!
-¿Qué sucede, mamá?- mi primo dejó mis maletas en el suelo.
-Enséñale a Elizabeth dónde queda su habitación.

Mi primo asintió y me hizo un gesto con la cabeza para que subiéramos. Las escaleras eran altísimas y, para mi desgracia, tenían una alfombra que no estaba muy bien colocada en un escalón. El resto ya es evidente.
Tropecé por culpa del doblaje de la alfombra mal colocada y caí al suelo. Mi cara no dió contra la madera gracias a mis, ahora amados, reflejos que hicieron que cayera con mis manos.

-¿Estás bien?- Preguntó Nick

-Ah... Si.- dije no tan convencida -¿Me ayudas?

-Claro- Sonrió y me tendió su mano, ayudándome a levantarme. Se volvió dándome la espalda y señaló la puerta que estaba frente a él -Esta es tu habitación- volvió a decir. Era la primer puerta de un largo pero angosto pasillo.
Detrás de ella había una gran habitación color rosa chillón

<<Mierda, odio ese color>>

-Junto a tu habitación está la mía, llámame si necesitas algo. Estoy para lo que necesites y tengo muchas películas (incluyendo nuestras favoritas) y una gran TV.- Dijo, haciendo referencia a nuestras noches de películas y toda la comida que encontrábamos en la casa.
Recordé esos momentos y no pude evitar que una sonrisa se escapara de mi boca.

Entré a mi habitación y tire las bolsas a mi cama de dos plazas que tambien eran color rosa chillón.

<<¿Qué mierda tiene mi tía con ese color?>>

Entré a bañarme. De la nada se me ocurrió repasar lo que había llevado al baño. Sí, mi habitación incluía baño propio como todas las demás de ésta casa.

-jabon-listo

-shampoo-listo

-acondicionador-listo

-toalla y ropa-en mi cama

<<Fuck>>

Había olvidado la toalla y la ropa sobre mi cama y no podía simplemente salir a buscarla porque había dejado la puerta habierta y sólo llevaba puesta mi ropa interior, ya que me había quitado la ropa dentro del baño y la había lanzado fuera de él.
Aún seguía con la manía de llevar la ropa al baño ya que en mi casa sólo había uno y estaba justo al lado de la sala de estar.

Lo único que habia en el baño para taparme era el papel higiénico...

Agarré el papel y me envolvi con el mismo, tarde bastante pero lo logré.

Salí del baño y logré encontrar mi cama, me acomodé el papel y tomé la toalla y mi ropa. Pero cuando estaba por voltear mi dulce persona para volver al baño, me detuvo una figura musculosa, alta y rubia de ojos celestes mirandome y riéndose desde el marco de la puerta.

-Que tonta eres, Elizabeth- dijo Nick

Me congelé al verlo parado frente a mí.