A Thousand Years

Capitulo 30 - Adios.

Había pasado una semana, Xichen ya había sido dado de alta, aún así Weiying seguía viviendo con Jiang Cheng, no habían hablado, siempre había demasiadas personas en el hospital incluso sus padres fueron de visita, por suerte no se quedaron a dormir o habrían notado que el no vivía en su departamento.

Se levantó temprano y arregló a A-Yuan, era muy gordo tenía ya 5 meses, pesaba 6 kilos y ya casi lograba sentarse el solo, tomó algunas cosas y le pidió a Mian Mian que lo llevara al cementerio.

Dejó las flores en la tumba y Mian Mian se llevó a A-Yuan para dejarlo solo un rato.

-    Hola Lan Zhan, yo ....... Estoy enamorado de Xichen, supongo que ya lo sabes, no es que no te ame a ti, te amo y siempre te amaré con todo mi corazón, y se que si nos encontramos en otra vida volvería amarte cada vez, te amaría por mil años, te amaría por siempre. Voy a decírselo, se lo dire y me quedaré con el si es lo que Xichen quiere, se que no te enfadaras conmigo, A-Cheng y Wen Qing tienen razón no eras ese tipo de persona, se que querrías que alguien me cuidara y Xichen es un muy buen esclavo – no pudo evitar sonreír – Adiós Lan Zhan.

Weiying camino de regreso, el viento mecía su cabello y las ramas de los árboles – adiós Weiying- se detuvo, juraría que escuchó su voz, la voz de Lan Zhan algunas lágrimas salieron de sus ojos pero también sonrió, fue como si su alma se liberara de un peso, y por alguna razón tenía la convicción de que ese día cuando Xichen lo encontró en el cementerio Lan Zhan lo había hecho venir.

-    Te amo Lan Zhan.

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Mian Mian lo esperaba en la camioneta meciendo a A-Yuan de un lado a otro, este la miraba con un puchero malhumorado, Weiying se rio al verlos y lo cargo – y ¿a donde te llevó ahora?.

-    Regresemos a casa.

-    ¿A tu casa?

-    Si, vamos al departamento.

-    ¿Quieres ir al departamento? o ¿quieres ver a Xichen?.

-    ¿El no está en su departamento?.

-    No.

-    Quiero ver a Xichen.

Mian Mian le sonrió y condujo, llegaron a una enorme mansión parecía un castillo sacado de un cuento de hadas, completamente blanco y con jardines enormes, había una fuente en la entrada la rodearon y lo dejó en la puerta, bajo con A-Yuan y un hombre de traje le abrió, sabía que era el padre de Mian Mian lo vio en el hospital – joven Wei, no lo esperábamos pase por favor, el joven Lan está en el jardín.

Weiying lo siguió, el lugar era enorme pasó por un recibidor, un salón enorme con un piano y después una terraza que daba al jardín, Xichen estaba ahí sentado frente a una mesa blanca de metal frunciéndole el ceño a su computadora y bebiendo café, su rostro se iluminó cuando lo vio y le sonrió, Weiying le sonrió de regreso.

-    Traeré un poco de té y galletas – dijo el señor Luo dejándolos solos.

-    Que bonito lugar.

-    Lo compré para ti.

-    Entonces ¿es mío? – dijo con una sonrisa descarada.

-    Si lo quieres si – dijo sin dejar de sonreír.

-    ¿Y donde vivirás tú?

-    No lo se, A-Ying ¿donde viviré yo? – Weiying se sentó de lado sobre sus piernas con cuidado de no apretar a A-Yuan que los miraba curioso.